El secretario de Estado de la Seguridad Social desveló que tiene previsto destinar 700 millones a lo largo del próximo año para frenar las prejubilaciones.
"Se trata de bonificar a empresas y trabajadores para que les resulte atractivo seguir trabajando más allá de los 59 años". Según argumentó, aunque la edad legal de jubilación son los 65 años, en la práctica esta edad se reduce a 63,5. Estas bonificaciones tratan de alargar la edad de jubilación de forma voluntaria.
Esta medida hay que encuadrarla dentro de una serie de iniciativas destinadas a propiciar los ahorros suficientes para compensar el elevado gasto experimentado por el sistema de pensiones durante la legislatura, en que ha pasado de 82.421 millones en el 2004 a 114.997 en el 2008. En estos cuatro año el gasto se ha incrementado un 40%, lo que equivale a 32.576 millones más. Esta tendencia podría comprometer el equilibrio futuro del sistema público de pensiones en el caso de que se agote el actual ciclo de crecimiento, lo que provocaría una drástica reducción de los ingresos. De hecho, para el próximo año la Seguridad Social tiene previsto un superávit de 8.000 millones frente a los 12.000 millones del 2007 y el número de nuevos cotizantes será de 450.000 frente a los 600.000 de un año antes.
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