En 2006 tuvo lugar una "importante" movilidad geográfica laboral y se registró el mayor incremento de la tasa de desplazamiento española desde 2001, según un informe de Ceprede elaborado con datos del Observatorio Ocupacional del Servicio Público de Empleo Estatal.
En el estudio se define movilidad geográfica cuando "no coincide la localidad del domicilio del trabajador y la del centro de trabajo y, por lo tanto, necesariamente se produce un desplazamiento", pero no diferencia entre si el desplazamiento es de carácter diario, temporal o permanente.
Así, en 2006 se realizaron 2,16 millones de contratos que implicaron movilidad interprovincial frente a 16,10 millones de contratos que no necesitaban ningún tipo de traslado, lo que situó la tasa de movilidad interprovincial en el 11,8%.
Por sexos, la tasa de movilidad masculina se situó en el 14% frente al 9,2% de las mujeres, lo que indica que dos de cada tres contratos que implicaron movilidad correspondieron a hombres.
Según los grupos de edad, los trabajadores entre 25 y 34 años fueron los que más se desplazaron, el 13,6%, mientras que la tasa de movilidad del resto de los trabajadores se situó por debajo de la media nacional (11,8%).
El estudio también indica que los trabajadores que más se desplazaron para ir a trabajar fueron "curiosamente" los de formación más elevada (licenciados), el 13,6%, y quienes tenían un nivel inferior a la ESO, el 13,8%.
Según Ceprede, esto indica que los empleos que más atrajeron a trabajadores de otras provincias son los de dirección de empresas (18,1%) y los de técnicos y profesionales (17,6%) en el caso de los licenciados; y los de manufactureros y construcción (14,9%) en el de los empleados menos cualificados.
De entre las personas que decidieron trabajar en una provincia diferente a la suya, la mayoría lo hicieron en la construcción, agricultura y ganadería, que aglutinaron al 21,4 y al 11,7% de los trabajadores sujetos a movilidad respectivamente.
La tasa de movilidad entre comunidades autónomas, que implica un mayor grado de movilidad que la interprovincial, se situó en el 7,7%, con un aumento de tres décimas respecto al año anterior, lo que indica que una mayor conexión laboral entre las diferentes regiones.
Las comunidades que más trabajadores recibieron fueron las de la costa Mediterránea y Madrid, mientras que las regiones emisoras fueron las la mitad sur y alguna del norte como Asturias o León.
Madrid protagonizó el mayor número de flujos interprovinciales en tanto que Barcelona experimentó una pequeña disminución en su importancia como destino y un aumento como provincia de origen.
Además, Sevilla es la que mayor reducción registró en la marcha de sus trabajadores.
En cuanto a los trabajadores extranjeros, el informe revela que su tasa de movilidad es "significativamente superior" a la de los españoles tanto en el caso de la interprovincial, que se sitúa en el 15,6% para extranjeros frente a 10,9% de los españoles, como la interautonómica (12,2% frente a 6,7%).
Por nacionalidad, la contratación de trabajadores marroquíes fue la más numerosa con un total de 680.442 contratos en 2006, lo que supuso una cuarta parte del total de trabajadores que se desplazaron.
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