Los ciudadanos se quejan de que no hay fontaneros, carpinteros o lampistas. Los empresarios que no encuentran mecánicos y técnicos especializados, encofradores, albañiles, cristaleros, instaladores, maquinistas, frigoristas, camareros, cocineros y hasta ópticos. Los recién titulados se ocupan en trabajos para los que no han sido formados. ¿Qué pasa en el mercado laboral de la provincia? Empresarios, sindicatos y administración hablan de un divorcio, cuando no del abismo existente, entre el mundo académico y el laboral y mientras tanto el Inem detecta una relación de hasta 67 empleos de difícil cobertura en la provincia de Pontevedra.
Sectores como la construcción, el metal y el naval son, si atendemos al catálogo del Inem, los más castigados por la falta de trabajadores cualificados. Pero también el sector servicios entendido en un sentido amplio adolece de mano de obra, ya que faltan por ejemplo, cocineros, optometristas, fisioterapeutas, entrenadores deportivos o peones forestales.
Es en estas áreas donde se van abriendo un camino laboral los inmigrantes y los emigrantes retornados. Silvia Medina, responsable de la Asociación Galega de Emigrantes Retornados (AGER), explica que son cada vez más las latinoamericanas que trabajan en la hostelería y en el servicio doméstico de Pontevedra, en tanto que los portugueses van copando las vacantes que hay en la construcción y los peruanos, ecuatorianos y subsaharianos (de Ghana, Senegal y Costa de Marfil, especialmente) se integran en los sectores de la pesca y el naval.
"Muchas veces estos inmigrantes tienen más formación de lo que se piensa y tras conseguir un primero contrato y la residencia acaban encontrando empleo cualificado" señala Medina, quien reconoce que algunos empresarios locales, a título individual, se han puesto en contacto con ellos en busca de mano de obra.
Oferta de formación
Este desabastecimiento de trabajadores cualificados se produce a pesar de que, a día de hoy, existe una oferta pública de ciclos formativos y módulos profesionales que atienden esta demanda y, sin embargo, las plazas ofertadas, año tras año, no se cubren, según confirman fuentes educativas.
"A mayores de la oferta ordinaria cada año la Xunta concede ayudas especiales para ciclos que formen en profesiones para las que no se encuentra mano de obra y las matrículas no se cubren ni de lejos" explica el director del IES "Luis Seoane", José Pinal.
Tampoco se cubren las curso de formación profesional que ofertan organismos como la Fundación Laboral de la Construcción "y lo que es más grave jóvenes o trabajadores de menos de 40 años que sí hacen los cursos, que duran seis u ocho meses, después no se incorporan a la empresas y así se gasta y formamos para nada, encofradores, albañiles, expertos en carpintería interior, fontaneros…" se lamente el constructor y presidente de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Ricardo Mirón.
Contratar inmigrantes en origen, una vía por explotar
La contratación de trabajadores extranjeros en sus países de origen es una fórmula todavía poco explotada por los empresarios gallegos, reconoce el presidente de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Ricardo Mirón. Este empresario de la construcción apunta que en el sector del que forma parte y que mejor conoce se recurre "sobre todo a ciudadanos portugueses, muchos de los cuales trabajan en Pontevedra pero mantienen su residencia en el país vecino, y también a inmigrantes, sobre todo marroquíes y sudamericanos, ya establecidos entre nosotros".
Existen, sin embargo, ya experiencias en este sentido como la de la Federación Galega de Hostelería que sí ha recurrido a la contratación en origen de camareros y cocineros para cubrir la campaña estival y la de contados armadores que han recurrido a las embajadas de Perú y Ecuador para que transmitan sus ofertas de empleo.
Son iniciativas, ambas, realizadas al margen del contingente de trabajadores autorizado anualmente por el Gobierno para toda España.
De acuerdo con los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social, correspondientes al mes de septiembre, se constata que poco más del 4% de los trabajadores en regla de la provincia son extranjeros. En términos absolutos son 16.504 de un total de 390.525.
B. MARQUEZ
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