'Una sorpresa agradable'. Así ha calificado Saturnino Fernández, secretario de Empleo y Formación de Comisiones Obreras, los resultados de la reforma laboral del Gobierno central tras los primeros quince meses. Las medidas incluidas en el Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y del Empleo -como bonificaciones, reducciones de cotizaciones empresariales o la modificación del Estatuto de los Trabajadores en lo referente a la encadenación de contratos- han conseguido reducir la tasa de temporalidad en el 2,2 por ciento en Castilla y León y en el 2,6 por ciento en el territorio nacional.
Según el secretario de Empleo y Formación de Comisiones Obreras -responsable junto a Beatriz Sanz del estudio sobre los primeros quince meses de la reforma laboral- este descenso 'no se registraba desde hace veinte años. En la reforma del 97 se logró mantener la tasa, pero reducir tanto… yo creo que nunca'. Antes de 1997, el porcentaje de contrataciones indefinidas sobre el total estaba en el 4 por ciento, tanto en la región como en la media del conjunto del Estado -4 contratos indefinidos por cada 100 contratos-. Tras esta fecha pasó a ser del 8 por ciento y, ahora, el porcentaje de indefinidos ha logrado superar el 12 por ciento.
Pero además, esta temporalidad ha bajado en todas las comunidades (salvo el País Vasco), en hombres y mujeres, en jóvenes de menos de 30 años, en el sector público y el privado, en todos los sectores -menos en la agricultura-, y en casi todas las provincias. También se ha reducido la cifra absoluta y el porcentaje de los trabajadores que sufren encadenamiento de contratos. Una modalidad que ha cobrado un especial protagonismo con la última reforma laboral ya que de los 125.224 contratos indefinidos rubricados en quince meses, más de la mitad corresponden a conversiones de contratos temporales en indefinidos y, el resto, a contrataciones indefinidas iniciales (48,8 por ciento sobre el total de indefinidos).
Aunque los datos de Castilla y León son relevantes, otras tres comunidades -Madrid, Cataluña y La Rioja- la superan con menores tasas. Respecto a las edades, la temporalidad se ha reducido especialmente en los más jóvenes, que también es el sector más afectado junto a las mujeres y los inmigrantes. Y es que los jóvenes castellanos y leoneses de 16 a 30 años registran una tasa de temporalidad del 45,6 por ciento (3,7 puntos porcentuales menos que en el 2006), que baja al 20,5 por ciento para los mayores de 31 años (1,4 puntos porcentuales menos que en el pasado año). En cuento a los sectores económicos, en Castilla y León la temporalidad se ha reducido en la construcción y los servicios (-5,2 y -2,3 puntos porcentuales respectivamente), en la agricultura aumentó de forma importante en 7,7 puntos porcentuales y, en la industria, se mantuvo prácticamente estable con una reducción de 0,1 puntos porcentuales.
No todas las provincias de Castilla y León han registrado tasas decrecientes de temporalidad. A este respecto, la evolución ha sido desigual. Los tímidos aumentos registrados en Palencia, Soria y Zamora contrastan con las significativas reducciones de las provincias de Burgos (-6,5 por ciento), Ávila (-4 por ciento) y Valladolid (-3,6 por ciento).
'Ahora toca aplicar los incentivos al contrato actual, la figura del encadenamiento -que es clave-, la inspección de Trabajo y la acción sindical para conseguir mantener las cifras', concluye Saturnino Fernández.
Los comentarios están cerrados.