La cifra de trabajadores que solicitaron el subsidio por desempleo bajó en la semana que terminó el 20 de octubre en 8.000 y llegó a 331.000, informó ayer el Departamento de Trabajo.
La mayoría de analistas había calculado que la cifra bajaría a aproximadamente 320.000 después que el gobierno informó que la semana anterior se habían recibido 309.000 solicitudes. El incremento semanal fue el mayor desde febrero.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, que atenúa las distorsiones causadas por acontecimientos como días festivos o inclemencias meteorológicas, subió en 7.750 a 324.750, el nivel más alto en siete semanas.
El aumento en el promedio de cuatro semanas sugiere que las condiciones están deteriorándose levemente en el mercado laboral como reflejo de la desaceleración de la economía causada por la crisis de las hipotecas y los precios más altos del petróleo.
En la semana que terminó el 13 de octubre, el número de personas que seguían cobrando el subsidio, pagado por los Estados, subió en 7.000 y llegó a 2,53 millones, la cifra más alta desde la semana que terminó el 22 de septiembre.
El promedio en cuatro semanas de las personas que seguían cobrando el subsidio bajó en 3.750 a 2,53 millones.
Las solicitudes nuevas representan empleos perdidos mientras que el nivel de personas que siguen cobrando el subsidio indica cuán fácil o difícil es que los empleados despedidos encuentren nuevos trabajos.
Los economistas dicen que un nivel de solicitudes nuevas de entre 300.000 y 325.000 se combina saludablemente con un aumento de unos 150.000 empleos por mes.
Si el nivel de solicitudes supera la cifra de 350.000 se percibe un debilitamiento en el mercado laboral.
El subsidio por desempleo habitualmente dura 26 semanas para los trabajadores despedidos por razones que no sean de su responsabilidad. Más allá de ese plazo, se considera a las personas como desempleadas si siguen buscando trabajo activamente.
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