Los trabajadores de entre 15 y 24 años de la Europa de los 25 presentan una tasa de desempleo que dobla a la total, se emplean más frecuentemente que el resto con contratos temporales y a tiempo parcial, y lo hacen en los sectores de la hostelería y el comercio, principalmente.
Estas son algunas de las conclusiones principales del informe titulado 'Trabajadores jóvenes. Datos y cifras del empleo juvenil', en la que la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, con sede en Bilbao, ha reunido información obtenida al respecto a lo largo de 2005 con la intención de 'contribuir a una mejor protección de los jóvenes que inician su vida laboral y mejorar su salud a lo largo de ella'.
El informe añade que en 2005 la cifra de hombres de entre 15 y 24 años que trabajaban en la Europa de los 25 era de 11,1 millones, mientras que la de mujeres de la misma franja de edad era de 9,3 millones.
Constata que 'el número de trabajadores jóvenes está descendiendo en casi todos los Estados miembros, lo que refleja la disminución de la tasa de natalidad, pero que puede ser también un indicio de que las actividades educativas están cada vez más generalizadas y requieren más tiempo'.
Sostiene que este grupo de trabajadores 'son más vulnerables a la recesión económica', ya que 'las empresas reaccionan a las presiones económicas reduciendo la contratación' de estas personas.
Indica que de los 193,8 millones de trabajadores existentes en 2005 en la Europa de los 25, 20,4 millones eran operarios de entre 15 y 24 años.
Su tasa de desempleo era del 18,7 por ciento, el doble de la total, que era del 9 por ciento. 'La tasa de desempleo entre estos trabajadores ha aumentado en los últimos años a pesar de que hay cada vez menos jóvenes en una población que envejece en su conjunto', subraya el informe.
Según destaca el informe, en 2005 y en comparación con el total de la población activa, los trabajadores de entre 15 y 24 años se emplearon más frecuentemente con contratos temporales -con variaciones que oscilaron entre el 6,8 por ciento de Irlanda al 59,4 por ciento de España-, menos a tiempo completo y desempeñaron más a menudo un trabajo asalariado.
'Estos trabajadores tienen menos posibilidades de formación -incluida la destinada a prevenir los riesgos laborales- y participación en el desarrollo de competencias a largo plazo, ejercen un menor control sobre la organización, el ritmo y los métodos de trabajo y plantean menos exigencias', destaca el informe.
Con relación a los contratos a tiempo parcial, resalta que 'esta modalidad ofrece menos oportunidades de formación y promoción profesional y que los niveles salariales y las prestaciones de seguridad social son a menudo inferiores'.
El 22,7 por ciento de estos operarios se emplea en la hostelería y restauración, un sector que se sitúa entre los tres primeros en cuanto a la contratación de este tipo de personas en los 25 Estados miembros, seguido del comercio, con un 16,3 por ciento.
'Esta distribución tiene implicaciones importantes para la seguridad y salud en el trabajo de los jóvenes a causa del conjunto específico de condiciones potencialmente perjudiciales que caracterizan a estos sectores' y que son los 'bajos salarios, el empleo estacional, las malas condiciones de trabajo y las tareas físicamente exigentes', manifiesta el informe.
'Más de la mitad de estos trabajadores se empleaban como mínimo un sábado al mes y era más frecuente entre ellos la modalidad de trabajo por turnos', agrega.
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