La entrada de menores extranjeros no acompañados a estados de la Unión Europea, tras una evolución creciente desde la década de los 80 que parece tener su pico en el año 2002, tiende a estabilizarse e incluso a una ligera reducción del número de nuevas llegadas, lo que no implica que esta manifestación migratoria tenga visos de desaparecer en un futuro inmediato.
Así se desprende de un estudio comparado en seis países europeos (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia y el Reino Unido) que ha realizado el Observatorio Internacional de Justicia Juvenil (OIJJ) y cuyo autor es Daniel Senovilla.
Este organismo, con sede en Bruselas, recoge en su análisis -publicado en septiembre y dado a conocer en un congreso sobre delincuencia juvenil celebrado recientemente en Sevilla- que la presencia de menores inmigrantes en Alemania en el año 2001 estaba cifrada en 1.075 y bajó hasta 523 en 2005; en España pasó de 4.057 a 2471 menores durante el mismo periodo de tiempo; mientras que en el Reino Unido el descenso durante estos cinco años fue de 505 menores. En el caso de Italia, la tendencia también ha sido decreciente aunque sólo se recogen las estadísticas de los años 2001, 2003 y 2005; y en cuanto a Francia y Bélgica, los datos también están incompletos pero el número de menores extranjeros llegados a ambos países fue en aumento entre 2001 y 2005.
En la comparativa que establece este estudio, atendiendo a tres modelos de estancia (asilo, inmigración económica y mixto), destaca que las cifras más altas en 2001 se registraban en España e Italia, como nuevos países receptores de la Europa del sur; les siguen Alemania y el Reino Unido, que dan prioridad a un tratamiento del fenómeno desde el prisma de la legislación de asilo; y por último, Bélgica y Francia, modelos mixtos que combinan la recepción de asilados y de trabajadores inmigrantes, presentan los números más reducidos, probablemente a causa de los métodos de registro aplicados que cuantificaban de forma incompleta la amplitud real de esta manifestación migratoria.
Al examinar las principales nacionalidades de origen de los menores no acompañados que son acogidos en el grupo de países estudiados por el OIJJ, hay que citar que España e Italia comparten ser el destino para los jóvenes marroquíes, si bien éstos también permanecen en regiones del sureste francés. Italia y Francia, y en menor medida España, son los principales polos de atracción para los que provienen de Rumanía; mientras que los menores albaneses son representativos en Italia y Francia aunque su número está decreciendo en ambos países.
En Bélgica se pueden encontrar desde menores originarios de países clásicos de asilo, como la República Democrática del Congo, hasta los llegados de países tradicionalmente emisores de trabajadores inmigrantes, como es el caso de Rumanía.
Por su parte, el Reino Unido y Alemania presentan una gran heterogeneidad, acogiendo sobre todo a menores que provienen de zonas inestables castigadas por conflictos armados o por la represión política (Afganistán e Irán en el Reino Unido) o bien a los que son víctimas de explotación sexual o laboral (Vietnam en Alemania).
Finalmente, el OIJJ plantea en su análisis la cuestión de cuál es el sistema nacional más favorable o el tratamiento más protector en Europa de la situación de los menores inmigrantes no acompañados. Y, concluye, que "Bélgica constituye probablemente el sistema que ha evolucionado de forma más interesante en los últimos años". El país cuenta con una normativa que determina un tratamiento específico del colectivo junto con el desarrollo de instituciones y de estructuras que llevan un trabajo de acogida especializado de estos menores.
En Alemania, tras las últimas reformas de extranjería y de la legislación de protección de la infancia en 2005, parece que son un poco más suaves las políticas aplicables que habrían de beneficiar especialmente a los menores que hayan cumplido los 16 años.
En Francia, la regulación específica del estatuto de menores extranjeros aislados es prácticamente inexistente. A los que se están en el interior del territorio se les aplica el derecho de protección de la infancia y se les integra en dispositivos comunes si se encuentran en situación de peligro. Las posibilidades de regularización una vez que son adultos son escasas.
Italia prioriza normativamente la repatriación del menor como la solución que corresponde mejor a su situación de vulnerabilidad, identificando reagrupación familiar o retorno a una institución del país de origen con el principio del interés superior del menor definido por el derecho internacional.
El Reino Unido combina políticas muy avanzadas -como la elaboración de planes individualizados para evaluar la situación del menor- con una arriesgada liberalización de la prestación de la protección en determinadas zonas que se delega a la gestión de empresas privadas. Además, falta un sistema de representación legal adecuada para los menores.
Y, en España, el OIJJ determina que el modelo actual es un ejemplo de regulación que combina la aplicación de elementos específicos de extranjería con disposiciones de derecho común de protección de la infancia. Junto a la puesta en funcionamiento de los centros de gestión conjunta para repatriar menores hacia Marruecos, el nuevo reto será dar respuesta a la progresiva diversificación de los nuevos países de origen (principalmente África subsahariana pero también Rumanía) desde los que llegan.
El presidente de la Asociación Valenciana de Ayuda al Refugiado, Javier Eldo, alerta de que el fenómeno de las llamadas petites bonnes, niñas menores de edad que trabajan como criadas en Marruecos, se extienda a familias marroquíes residentes en España. Tras recordar que miles de niñas procedentes de familias pobres o de regiones desfavorecidas del país marroquí trabajan en el servicio doméstico para familias adineradas de ciudades más prósperas, Edo subraya la posibilidad de que estas "niñas sirvientas" puedan ser ahora enviadas a España. Otro aspecto sobre la posible extrapolación de este fenómeno de las petites bonnes a nuestro país es el hecho de que, entre los menores inmigrantes no acompañados localizados "empieza a incrementarse el número de niñas".
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