El sector sanitario en Cataluña es responsable del 3,8% del PIB y del 4% de los puestos de trabajo a tiempo completo, según desvela el primer estudio que analiza el impacto de este ámbito económico en la generación de riqueza huyendo de su tradicional enfoque como factor de gasto.
El estudio, elaborado por Caixa Catalunya y que radiografía el sector con datos correspondientes a 2001 o a 2004, aborda también los efectos multiplicadores que tiene el sector gracias a sus vínculos con otros ámbitos.
Los efectos de este incremento de la demanda de los servicios sanitarios serían especialmente relevantes en términos de ocupación, ya que un incremento de la demanda de un millón de euros generaría 21,6 nuevos puestos de trabajo, de los que 17,4 serían del propio sector sanitario y el 4,2 restante de otros.
El estudio subraya que estas cifras se sitúan muy por encima de la media dado que, para el conjunto de la economía, un incremento de la demanda final de las dimensiones citadas implicaría la creación de 16,4 nuevos puestos de trabajo, lo que representa en el caso sanitario un 32% más.
La consellera de Salud, Marina Geli, que ha acudido a la presentación del estudio, ha destacado el hecho de que aparezcan informes sobre el impacto positivo de la sanidad en el conjunto de la economía y ha avanzado que, probablemente, el sector es ya a fecha de hoy responsable del 4% del PIB, en lugar del 3,8%.
Los datos dan idea además, según Geli, de la importancia del sistema sanitario español a la hora de fijar la renta familiar disponible y se ha preguntado qué dificultades extras encontraría una familia para pagar la hipoteca o el ocio si tuviera que dedicar parte de su renta a pagar la sanidad en el mercado. Además, ha señalado el efecto positivo que el sector sanitario tiene para evitar la despoblación en algunas comarcas y empujar la economía local.
El estudio analiza el peso del gasto sanitario en el consumo final de los hogares y de las administraciones públicas y destaca que el gasto público en Cataluña se elevaba en 2003 a 883 euros por habitante, cifra por debajo de los 966 de la media española, donde tiene menos peso el sector privado.
Geli ha apuntado que el gasto en el consumo final es ya ahora de unos 1.280 euros por cápita, aunque su objetivo es llegar a los 1.600 de la media europea.
Del total del gasto, un 29% corresponde a odontología; el 23% a productos farmacéuticos, aparatos y equipos médicos; el 17,3% a seguros sanitarios; el 16,4% a servicios hospitalarios; el 9,4% a servicios médicos y el 4,8% a servicios para médicos extra hospitalarios.
Respecto al peso del sector sanitario en la creación de empleo, el informe apunta que, en 2004, este ámbito ocupaba a 30 de cada mil habitantes, frente a 22,7 de cada mil en 1995.
El informe subraya que el salario medio de los trabajadores del sector en Cataluña es inferior a la media de España y que se ha producido un descenso -al igual que en el conjunto del Estado-, ya que en 1995 el salario medio era de 27.000 euros y en 2004 era de 25.000. Geli ha atribuido este descenso del salario medio al aumento de la contratación de personal con sueldos más bajos como auxiliares sanitarios o administrativos.
El estudio compara también una serie de indicadores catalanes y de los países de la OCDE, que ponen de relieve que Cataluña se encuentra por debajo de la media en cuanto a empleados, camas y tecnología empleada por habitante, así como en nivel de gasto sanitario en términos de PIB y de habitante.
Sin embargo, Catalunya está por encima de la OCDE en número de consultas médicas o intervenciones quirúrgicas por habitante o en duración de la estancia hospitalaria.
El estudio, elaborado por Caixa Catalunya y que radiografía el sector con datos correspondientes a 2001 o a 2004, aborda también los efectos multiplicadores que tiene el sector gracias a sus vínculos con otros ámbitos.
Los efectos de este incremento de la demanda de los servicios sanitarios serían especialmente relevantes en términos de ocupación, ya que un incremento de la demanda de un millón de euros generaría 21,6 nuevos puestos de trabajo, de los que 17,4 serían del propio sector sanitario y el 4,2 restante de otros.
El estudio subraya que estas cifras se sitúan muy por encima de la media dado que, para el conjunto de la economía, un incremento de la demanda final de las dimensiones citadas implicaría la creación de 16,4 nuevos puestos de trabajo, lo que representa en el caso sanitario un 32% más.
La consellera de Salud, Marina Geli, que ha acudido a la presentación del estudio, ha destacado el hecho de que aparezcan informes sobre el impacto positivo de la sanidad en el conjunto de la economía y ha avanzado que, probablemente, el sector es ya a fecha de ayer responsable del 4% del PIB, en lugar del 3,8%.
Los datos dan idea además, según Geli, de la importancia del sistema sanitario español a la hora de fijar la renta familiar disponible y se ha preguntado qué dificultades extras encontraría una familia para pagar la hipoteca o el ocio si tuviera que dedicar parte de su renta a pagar la sanidad en el mercado. Además, ha señalado el efecto positivo que el sector sanitario tiene para evitar la despoblación en algunas comarcas y empujar la economía local.
El estudio analiza el peso del gasto sanitario en el consumo final de los hogares y de las administraciones públicas y destaca que el gasto público en Cataluña se elevaba en 2003 a 883 euros por habitante, cifra por debajo de los 966 de la media española, donde tiene menos peso el sector privado.
Geli ha apuntado que el gasto en el consumo final es ya ahora de unos 1.280 euros por cápita, aunque su objetivo es llegar a los 1.600 de la media europea.
Del total del gasto, un 29% corresponde a odontología; el 23% a productos farmacéuticos, aparatos y equipos médicos; el 17,3% a seguros sanitarios; el 16,4% a servicios hospitalarios; el 9,4% a servicios médicos y el 4,8% a servicios para médicos extra hospitalarios.
Respecto al peso del sector sanitario en la creación de empleo, el informe apunta que, en 2004, este ámbito ocupaba a 30 de cada mil habitantes, frente a 22,7 de cada mil en 1995.
El informe subraya que el salario medio de los trabajadores del sector en Cataluña es inferior a la media de España y que se ha producido un descenso -al igual que en el conjunto del Estado-, ya que en 1995 el salario medio era de 27.000 euros y en 2004 era de 25.000. Geli ha atribuido este descenso del salario medio al aumento de la contratación de personal con sueldos más bajos como auxiliares sanitarios o administrativos.
El estudio compara también una serie de indicadores catalanes y de los países de la OCDE, que ponen de relieve que Cataluña se encuentra por debajo de la media en cuanto a empleados, camas y tecnología empleada por habitante, así como en nivel de gasto sanitario en términos de PIB y de habitante.
Sin embargo, Catalunya está por encima de la OCDE en número de consultas médicas o intervenciones quirúrgicas por habitante o en duración de la estancia hospitalaria.
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