La oleada de despidos que en las últimas semanas viene azotando a la industria de componentes del automóvil en Cataluña, que dejará sin empleo a unas 2.500 personas, ha provocado que los sindicatos exijan "medidas urgentes". Una de las iniciativas que propondrán Comisiones Obreras y UGT de Cataluña es la posibilidad de que las empresas proveedoras se intercambien trabajadores en función de sus ciclos de trabajo. La idea consiste en que fabricantes y proveedores planifiquen juntos y con antelación su actividad, para minimizar el máximo posible el impacto laboral.
"Con tiempo y previsión, podrían alcanzarse soluciones transitorias", señala Vicenç Rocosa, secretario general del Metal de CC OO de Cataluña. "Debe negociarse con anterioridad para que sean posibles acuerdos para que las empresas se pasen plantillas entre sí. Es fácil porque están cerca físicamente", añade Manuel Gallardo, su homólogo de UGT.
La mayoría de las últimas crisis no son deslocalizaciones, sino que son consecuencia de que los constructores han cambiado de proveedor. SAS (fabricante de salpicaderos) y Sysmo (de ejes posteriores), por ejemplo, han perdido el contrato para el nuevo Ibiza que Seat lanzará el año que viene. El último expediente que ha estallado es el de Mercedes, que afecta a 420 trabajadores. Se suma a otros como los de Sysmo, Tecnoconfort, Frape Behr, Ikeda, GDX o SAS.
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