“Es preciso reflexionar sobre si la forma en la que los trabajadores de más edad se mantienen en las empresas tiene que ser la misma que cuando eran jóvenes”, afirma el secretario general de Empleo, Antonio González. A su juicio, es preciso conseguir que los ocupados antiguos y mayores de 55 años cuenten con unas condiciones laborales especiales, que condicionen su horario, la actividad a desarrollar, la ubicación, etc. “En definitiva, se trata de tender un nuevo desafío al futuro para mejorar el mercado laboral”, apuntó el representante del Ministerio de Trabajo.
Estas políticas irían unidas a la reducción de los costes laborales de los mayores, así las empresas tendrían su beneficio económico. Además, el mantenimiento de los trabajadores de más edad frenaría el fenómeno de las prejubilaciones y de las jubilaciones anticipadas que sacan anualmente miles de trabajadores del mercado. En España, la jubilación es voluntaria, pero se puede acceder a ella una vez cumplidos los 65 años (y cotizados al menos 15). Es decir, la edad legal para el retiro está en los 65 años, pero la edad media en la que los españoles dejan su empleo no pasa de los 63 años.
El planteamiento expuesto por González figura dentro de los planes que el Ministerio baraja para impulsar el mantenimiento de los mayores en el mercado de trabajo. El secretario general es consciente de que, por un lado, hay poco tiempo en la presente legislatura para aplicar nuevas medidas; y, por otro, señala que cualquier iniciativa en este sentido tiene que debatirse y negociarse con las organizaciones empresariales y sindicales más representativas.
No obstante, considera que sería muy positivo para la sociedad en su conjunto dejar acordados antes de las próximas elecciones generales (marzo de 2008) una serie de cambios con la idea de ponerlos en práctica en el primer semestre de 2008. Esto llevaría abrir conversaciones con los agentes sociales en las próximas semanas.
Reciclaje y readaptación
“Tenemos que hacer políticas específicas para los trabajadores que tienen más dificultad en mantenerse en el mercado laboral”, insistió González. “Hay que buscar un encaje dentro de la estructura organizativa de las empresas”, añadió. Cree que en la delicada situación que atraviesan actualmente muchos trabajadores mayores de 55 años se detectan “factores culturales” basados en que con el paso del tiempo la capacidad de los ocupados disminuye, lo que considera “un error”.
Para el secretario general de Empleo es muy importante convencer a las empresas de que los mayores tienen mucho valor y deben seguir trabajando. “Es preciso, -continuó- reconocer su experiencia y todo lo que pueden aportar a la productividad de las compañías”. En consecuencia, se necesita apostar por su reciclaje y readaptación laboral y “articular el trabajo adaptado a las características de la edad”.
González reiteró que las condiciones físicas, generadas por los años, no pueden ser un justificante para la expulsión de los trabajadores del mercado laboral”. “Los ocupados mayores poseen amplios y útiles conocimientos para las empresas. Con formación adecuada es posible que continúen en su actividad profesional. Esto hay que tenerlo en cuenta”, concluyó.
Elisa García
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