La Unión Europea espera que la reunión sobre inmigración con sus vecinos más pobres de la región mediterránea el lunes ayude a frenar a los miles de inmigrantes ilegales que tratan de alcanzar sus costas.
El ministro del Interior portugués, Rui Pereira, cuyo país ostenta la presidencia semestral de la UE, dijo que la inmigración ilegal era la raíz de muchos delitos graves y que la UE estaba deseando tomar medidas.
"La inmigración es un drama humanitario impensable que lleva a delitos como el tráfico de seres humanos y la explotación sexual", dijo Pereira en una entrevista con Reuters.
"Queremos luchar para erradicar este problema", dijo antes del encuentro en Albufeira, en el sur de Portugal.
La primera conferencia Euromediterránea sobre inmigración entre la UE y países como Argelia, Egipto, Marruecos, Siria, Túnez y Turquía pretende desarrollar los lazos entre las dos regiones para combatir la inmigración ilegal.
Unas 120.000 personas entran clandestinamente en la UE a través del Mediterráneo cada año, según estimaciones de la UE. Miles más han muerto al naufragar las embarcaciones en las que llevan a cabo su viaje.
Pese a los riesgos, y con los datos de las Naciones Unidas que dicen que la población de las ciudades africanas se doblará para el año 2030, los analistas dicen que se espera que más personas intenten esta peligrosa experiencia en el futuro.
"La creciente riqueza de la UE es un imán para las personas que viven en la pobreza al otro lado del Mediterráneo", dijo Miguel Monjardino, analista político y profesor en la Universidad Católica de Lisboa.
Los ministros de la UE también quieren atraer a trabajadores más cualificados a una UE envejecida para ayudar a cubrir la escasez laboral en el futuro.
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