El Comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, declaró ayer que Europa necesita emigrantes, en una conferencia euromediterránea en la que Africa expresó su temor a la fuga de profesionales.
En declaraciones a los periodistas, Fratini puntualizó que las necesidad de inmigrantes afecta a todos los países europeos y que es más amplia que la demanda específica de trabajadores cualificados o temporeros y exige una gestión adecuada.
Los representantes norteafricanos Ali Chaouch, ministro de Asuntos Sociales de Túnez, y Ahmed El-Keuaisni, coordinador de los países árabes en la conferencia, coincidieron en advertir del peligro para el desarrollo del norte de Africa de la salida de ciudadanos cualificados.
Delegados oficiales, entre ellos varios ministros, de los países de la UE y del sur del Mediterráneo debatieron el lunes la cuestión de las migraciones y aprobaron un documento de conclusiones que apoya la emigración regulada y organizada entre las naciones afectadas.
El comisario Frattini abogó por la cogestión y la corresponsabilidad y subrayó la necesidad de vincular la inmigración con la integración y de regularla con normas comunes para evitar problemas como la corrupción o la clandestinidad.
También por su contribución a frenar la fuga de personal altamente cualificado los representantes norteafricanos se mostraron a favor, en declaraciones a la prensa, de crear mecanismos y contar con recursos financieros para organizar los flujos migratorios.
Chaouch defendió también fórmulas mixtas como los proyectos que ofrecen a profesores e investigadores la posibilidad de trabajar con Europa en programas realizados parcialmente en sus propios países.
También El-Keuaisni pidió medidas para que la emigración de trabajadores especializados hacia Europa, que calculó en 20 millones durante los próximos decenios, tenga también efectos positivos en el desarrollo de sus países de origen.
Los delegados norteafricanos se mostraron satisfechos por el desarrollo de la conferencia, tanto por abordar la emigración desde una perspectiva general como por el impulso que ha dado a la cooperación en el Mediterráneo.
La secretaria de Estado española de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, que asistió a la reunión, declaró que el documento consensuado en la I Conferencia Euromed sobre migraciones impulsa 'una serie de medidas que coinciden con la política de inmigración del Gobierno español'.
La declaración recoge un catálogo de acciones en el ámbito de la lucha contra la inmigración clandestina, la ordenación de los flujos migratorios legales y los vínculos entre inmigración y desarrollo, que son los ejes, resaltó, de la política española en esa materia.
Para Rumí, los acuerdos suponen un impulso político a la cooperación en el área del Mediterráneo, facilitarán los movimientos de personas de forma ordenada y legal y promoverán las oportunidades.
La conferencia de Albufeira acordó que un grupo de trabajo analizará la situación y las necesidades en los mercados de trabajo a ambos lados del Mediterráneo, se potenciará el intercambio de experiencias y se pondrán en marcha campañas de información y de formación dirigidas a los potenciales inmigrantes.
Rumí destacó también el consenso existente para afrontar las causas que provocan la inmigración y vincularla con las políticas de desarrollo.
Según las conclusiones de la reunión de Albufeira, la UE y los países del sur del Mediterráneo adoptarán también acciones a favor de la integración laboral y social de los inmigrantes y combatirán el tráfico y el contrabando de seres humanos.
En el documento se establece la necesidad de adoptar medidas para evitar la fuga de cerebros, facilitar el regreso de los emigrantes y fomentar la inversión directa en sus países de origen para generar empleo y reducir la emigración.
Los representantes gubernamentales de las dos orillas del Mediterráneo concluyeron también que una buena gestión de la emigración puede contribuir a optimizar sus beneficios económicos y sociales tanto en los países de origen como en los de tránsito y destino.
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