La economía española creció el 3,8 por ciento en el tercer trimestre, dos décimas menos que entre abril y junio, y el empleo aumentó el 3 por ciento, según los datos de Contabilidad Nacional difundidos hoy por el Instituto Nacional de Estadística.
Según el INE, aunque la economía española siguió creciendo por encima de la media de la UE de los veintisiete y de la zona euro, su perfil cíclico es 'opuesto' al europeo, que repunta suavemente su crecimiento mientras el español se desacelera por segundo trimestre consecutivo tras tocar techo en el primer trimestre, cuando avanzó el 4,1 por ciento.
La moderación del aumento del PIB fue consecuencia de la desaceleración de la demanda interna, que aportó cinco décimas menos al crecimiento, hasta los 4,4 puntos, si bien este retroceso se compensó parcialmente por una menor aportación negativa del sector exterior, que restó 0,6 puntos al crecimiento, frente a los 0,9 del segundo trimestre.
Entre julio y septiembre, el aumento del empleo del 3 por ciento, dos décimas menos que en el segundo trimestre, equivalió a la creación de 560.000 nuevos empleos a tiempo completo, mientras que se mantuvo el crecimiento de la productividad en el 0,8 por ciento.
La desaceleración de la demanda entre julio y septiembre se aprecia en el consumo de los hogares, cuyo crecimiento se moderó cuatro décimas, hasta el 2,9 por ciento, debido sobre todo a una moderación en el consumo de bienes -especialmente automóviles, que cayó el 3 por ciento, medio punto más-, en un periodo en el que la confianza de los consumidores 'presenta cada vez un saldo más negativo'.
El consumo de las Administraciones Públicas aumentó el 5,8 por ciento, ocho décimas más, sobre todo por el aumento salarial de los empleados públicos.
La inversión siguió creciendo, aunque un punto menos que en el trimestre anterior, hasta el 5,6 por ciento, y siguió destacando la destinada a bienes de equipo, que aunque continúa por encima de los dos dígitos (11,2 por ciento) aumentó casi dos puntos menos que entre julio y septiembre.
También ralentizó su crecimiento, ocho décimas menor, la inversión en construcción, que aumentó el 3,8 por ciento, por el menor dinamismo de las obras en infraestructuras y especialmente residenciales.
El INE constata que la inversión en vivienda 'está perdiendo empuje paulatinamente' debido al menor ritmo de iniciación de obras, lo que ha hecho que la inversión residencial haya crecido el 2,9 por ciento, ocho décimas menos, mientras que la inversión en otros productos se desaceleró en la misma medida, hasta el 3,8 por ciento.
El comportamiento expansivo tanto de las exportaciones como de las importaciones, que fue de 'mayor intensidad' en el caso de las ventas, ha hecho posible que la aportación negativa al crecimiento del sector exterior se redujera tres décimas, hasta los 0,6 puntos.
Así, las exportaciones de bienes y servicios se aceleraron notablemente, del 4,8 al 8 por ciento, su mayor avance desde el primer trimestre de 2001.
En el caso de los bienes, las ventas al exterior subieron 1,6 puntos más que en el segundo trimestre, hasta el 6,4 por ciento, en consonancia con los datos de comercio exterior, mientras que las de servicios se aceleraron 6,4 puntos, hasta aumentar el 11,2 por ciento.
También aumentaron su avance las importaciones de bienes y servicios, al pasar del 6,6 al 8,3 por ciento. Las compras de bienes subieron el 7,2 por ciento, un punto más, mientras que las de servicios aumentaron 4,3 puntos, hasta el 12,8 por ciento,
Por otra parte, al analizar la actividad de los distintos sectores, el INE subraya los 'suaves repuntes' en las ramas primarias y en los servicios, frente a la desaceleración en la industria, las actividades energéticas y la construcción.
La mayor desaceleración de la actividad la registró la industria y las ramas energéticas, que crecieron el 2 por ciento, 1,6 puntos menos que en el trimestre anterior, mientras que el crecimiento del sector de la construcción fue del 3,6 por ciento, siete décimas menor, debido al menor dinamismo tanto en las infraestructuras como la vivienda.
La agricultura y la pesca aumentaron su actividad el 3,1 por ciento, una décima más que entre abril y junio gracias sobre todo a la rama agraria.
También mejoró la actividad en los servicios, que crecieron el 4,4 por ciento, dos décimas más, empujados sobre todo por los de no mercado, que mejoraron cinco décimas, hasta el 5 por ciento.
En cuanto al empleo, volvió a bajar en la industria y las actividades energéticas, un 0,3 por ciento, mientras que siguió aumentando, aunque en menor medida, en la construcción, con un incremento del 5,5 por ciento frente al 7,4 por ciento registrado en el trimestre anterior.
Sólo los servicios aceleraron la creación de empleo, una décima, hasta el 3,7 por ciento.
El INE calcula que el crecimiento nominal del PIB -a precios corrientes- fue del 6,7 por ciento, seis décimas menos que en el periodo precedente, con lo que el deflactor de la economía se situó en el 2,9 por ciento, tres décimas menos.
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