El secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, afirmó ayer que "pocos" trabajadores con largas vidas laborales querrán seguir en activo después de los 65 años, a pesar de los incentivos que establece la reforma de la Seguridad Social.
En rueda de prensa para presentar un informe sobre la situación de los jóvenes becarios, Fidalgo señaló que los que se acojan a esta medida serán generalmente trabajadores que tengan un buen salario, que no desempeñen actividades tóxicas o penosas y que puedan hacerlo porque "la empresa les deje".
En concreto, la reforma de pensiones, aprobada ayer por el Congreso, permitirá que aquellos trabajadores que, voluntariamente, se jubilen con 66 o más años vean incrementada un 2% su pensión por cada año cotizado después de los 65 años.
Este porcentaje será del 3% si se acreditan carreras de cotización de 40 años, de tal forma que si un trabajador se mantiene en activo hasta los 70 y ha cotizado 40 o más años, verá mejorada su pensión un 15%.
La ley establece además que en los casos en que se supere la pensión máxima, se reconocerá el derecho a percibir anualmente una cantidad a tanto alzado, cuyo importe dependerá de los años cotizados.
Fidalgo afirmó haber sentido "cierto estupor" cuando leyó hace unas semanas unas declaraciones del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, en las que "anunciaba" que las personas que trabajaran hasta los 70 años verían incrementada su pensión un 15%.
"Parecía que anunciaba otra subida de pensiones. No me extraña, porque estamos en periodo de subidas. Espero que no lleguen las rebajas", ironizó Fidalgo.
El dirigente de CC.OO. recordó que ya en la reforma de pensiones de 2001 -firmada por su sindicato- se introdujeron mejoras en la pensión para quienes prolongaran voluntariamente su vida laboral. En la última reforma, precisó, lo que se ha hecho es elevar "un poco" los incentivos.
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