Todavía no hay torniquete que apriete lo suficiente o venda lo suficientemente generosa que tape la hemorragia. Los propios profesionales sanitarios se lamentan y no pueden evitar la sangría de médicos de familia, la huída de facultativos de cabecera que acaban su formación en los centros segovianos y que optan por trabajar en otra comunidad autónoma e incluso en otros países, como ha alertado en numerosas ocasiones el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, Juan Manuel Garrote.
Lo que era una llamada de socorro para la adopción de medidas que frenasen esa fuga de médicos tiene ahora el apoyo de los números. La Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria ha constatado la realidad. Y si en la comunidad autónoma el panorama no es nada halagüeño, todavía es peor en el caso segoviano. Las estadísticas de la organización arrojan que sólo uno de los nueve médicos internos residentes (Mir) que acabaron su formación en Segovia en el último ejercicio ha permanecido en la región para ejercer su labor profesional en algún centro de salud o consultorio de la comunidad. El porcentaje es desalentador y demoledor, como atisbó el presidente colegial.
Una de las conclusiones que se pudieron extraer del debate sobre demografía médica es que 'la solución pasa por un pacto para que todas las comunidades autónomas hagan un marco común'. Asimismo, se constata que, por un lado, la demanda de médicos no es tan grande como puede parecer, y que, por otro, es cierto que existen 'necesidades para determinadas especialidades'. En el fondo, tal y como señaló el que fuera presidente de la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina, José Paz Bouza, lo que hay es una 'mala distribución de las necesidades de especialistas, con una renuncia de plazas importante, plazas que no se cubren y por lo que luego se generan déficits'.
De vuelta al análisis cuantitativo de la problemática, Segovia lidera la fuga de médicos de familia residentes que terminan trabajando en una comunidad autónoma diferente a la que han cumplimentado su formación. En el cómputo de Castilla y León el porcentaje de Mir que deciden como primera opción laboral irse a otra región es del 40 por ciento, según la sociedad profesional que ha elaborado el estudio. Este dato supone un incremento del 8 por ciento en la fuga de sanitarios en comparación con el ejercicio 2005.
Los residentes que finalizaron su periodo de formación en las trece áreas de salud en las que se divide la comunidad autónoma fueron 156, de los que únicamente se quedaron al término del periodo formativo 90. 'Es preocupante comprobar que en dos años no sólo hemos visto reducir el número de médicos residentes en nuestra especialidad, sino que a ello se une que cada vez son más los que optan por abandonar la comunidad para buscar trabajo', afirma el presidente de la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria, Miguel Ángel Díez García.
Segovia además presenta otra variable que la distingue del resto de provincias y que agrava esa sangría de profesionales sanitarios de Primaria. Es su cercanía a Madrid. Los augurios de Juan Manuel Garrote son que la inminente apertura de ocho hospitales en la comunidad madrileña agravará aún más la pérdida de facultativos en Segovia. El presidente del Colegio de Médicos segoviano criticó la creación de centros 'a golpe de promesa electoral' y lamentó que los médicos hayan sido 'maltratados laboralmente' a pesar de verse obligados a 'aumentar de manera constante las guardias por la falta de sanitarios'.
El informe de la Sociedad Castellana y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria señala precisamente a la Madrid en la opción más deseada por el 42,67 por ciento de estos especialistas. El estudio también revela que en los últimos dos años han disminuido los contratos de sustituciones para los residentes de Medicina de Familia que acaban su formación; mientras que han aumentado las contrataciones en las urgencias hospitalarias. Esta reducción en las suplencias se debe a 'la aparición en escena de la nueva figura de médico de área, que ha venido a reemplazar este tipo de fórmulas de trabajo', asegura Miguel Ángel Díez.
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