Las solicitudes de subsidio por desempleo bajaron un 2,1 por ciento la semana pasada en Estados Unidos y quedaron en 333.000, informó ayer el Departamento de Trabajo.
La mayoría de los analistas había calculado que la cifra en la semana que terminó el 8 de diciembre sería de 335.000.
En la misma semana del año pasado la cifra de solicitudes fue de 312.000, y los analistas observan el dato con mucha atención por indicios de un debilitamiento del mercado laboral.
El promedio en cuatro semanas de las solicitudes nuevas bajó en 2.000 y se ubicó en 338.750.
El promedio de cuatro semanas es un indicador más fiable ya que absorbe acontecimientos peculiares como huelgas, días festivos, o tormentas.
El número de personas que en la semana que terminó el 1 de diciembre seguían cobrando el beneficio pagado por los Estados subió en 38.000 y llegó a 2,64 millones.
El promedio en cuatro semanas de las personas que cobraban el subsidio subió en 18.750 y llegó a 2,61 millones, la cifra más alta desde enero de 2006.
Las solicitudes nuevas reflejan la pérdida de empleos, en tanto que la cifra de personas que continúan recibiendo el subsidio señala cuán fácil o difícil es que los trabajadores encuentren nuevos empleos.
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