Una de cada cuatro personas que busca un puesto de empleo en la provincia de Lleida lo lleva haciendo desde hace más de un año. Es lo que se considera parados de larga duración. Los últimos datos del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC) del pasado mes de noviembre indican que en Lleida existían 2.436 desempleados apuntados a las listas del desempleo desde hace más de un año. Esta cifra representa un 24,54% del total de desocupados en Ponent, que en la última estadística del Ministerio de Trabajo se situaban en los 9.923.
De las 2.436 parados de larga duración, 244 están en la franja de edad entre los 16 y los 30 años. La mayoría de los desocupados en esta categoría (1.108) se encuentran en el intervalo entre los 30 y los 52 años. El colectivo de desempleados de más de 52 años lo forman 1.084 personas. La coordinadora de la oficina del SOC en Lleida, Rosa López, matizó que este colectivo es tan numeroso porque está constituido por empleados prejubilados o trabajadores que reciben algún tipo de subsidio antes de pasar a cobrar la jubilación. “No se espera que estas personas vuelvan al mercado laboral”, añadió López.
La ciudad de Lleida concentra a 975 de los 2.436 empleados que llevan más de doce meses desocupados. En este caso, el colectivo más numeroso es de trabajadores de entre 30 y 52 años, formado por 446 empleados. En segundo lugar, según los propios datos del SOC, se sitúan los desocupados de más de 52 años, que suman 444. Los empleados más jóvenes, entre 16 y 30 años, suponen tan sólo 85 personas.
Estos datos, según aseguró la secretaria general de UGT en las Terres de Ponent, Rosa Palau, demuestran que en Lleida se produce “un paro técnico”, lo que se traduce en que el número de desempleados no es excesivamente alto, pero tampoco se genera demasiada ocupación ni nuevos empleos. Por este motivo, Palau exigió una formación personalizada a la carta ante la “evidente falta de proyección industrial” de las comarcas leridanas. Para paliar también estas carencias formativas, que según la secretaria general de UGT estancan el dinamismo del mercado laboral, Palau propuso “la creación de un vivero de empresas con sede en todas las comarcas leridanas”.
A pesar de esta tendencia, las últimas cifras del paro y la contratación de noviembre constataban una disminución de 241 personas en el colectivo sin ocupación anterior, que permitieron una caída de 276 desempleados en el total de la provincia. En los mismos datos se comprueba que los sectores de la agricultura y la industria sufrieron un recorte del desempleo, mientras que la construcción y los servicio padecieron un aumento.
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