La economía alemana cierra 2007 con buenas perspectivas en cuanto a un descenso persistente del desempleo, pero con la mayor inflación desde 1994, lo que refleja la cara y la cruz de la coyuntura económica germana.
Los expertos cuentan con que la media de desempleo se sitúe en 2008 sobre los 3 millones de parados, según avanza hoy en el diario 'Stuttgarter Zeitung' el miembro de la presidencia de la Agencia Federal de Empleo, Heinrich Alt.
Se pronostica un descenso continuado de las cifras del paro, que a finales de este 2007 afecta a unos 3,38 millones de personas, lo que supone una reducción de más de un millón y medio desde que se inició la legislatura.
La mejora del mercado laboral es fruto de las reformas impulsadas aún bajo el gobierno socialdemócrata-verde de Gerhard Schroder, después de que a principios de 2005 las cifras del paro escalasen sobre la barrera psicológica de los cinco millones.
En los dos años largos de legislatura de la gran coalición de la canciller Angela Merkel se ha ido consolidando el descenso, basado en las reformas del Ejecutivo anterior que aumentaron la presión sobre los desempleados y redujeron los subsidios a los dichos parados crónicos.
Mientras la situación del mercado laboral genera buenas noticias económicas, la inflación dio el susto final del año, con un nivel del 2,2 por ciento, el más alto desde 1994.
El repunte se debió en primera línea al encarecimiento de los carburantes y de la energía, así como de los productos alimenticios, según las cifras dadas a conocer el viernes por el Instituto Federal de Estadística.
En 2006 la inflación se había situado aún en el 1,7 por ciento, pero el crecimiento de los precios se aceleró en el presente año, mientras que se estima que para 2008 se situará en el 2 por ciento.
El encarecimiento de los alimentos y la energía son dos lamparones al cierre del año, mientras el propio gobierno advierte contra nuevas subidas de la factura del gas, además de la eléctrica.
Medios alemanes, como el popular diario 'Bild', pronostican un incremento de hasta el 20 por ciento de la factura del gas.
El ministro de Economía, el conservador Michael Glos, instaba a los consorcios a no 'precipitarse' con aumentos 'desproporcionados', puesto que el incremento real del precio de materias primas no justifica una escalada de estas dimensiones.
'El aumento de precios energéticos, unido a los beneficios récord de los consorcios, provocan la legítima indignación del consumidor', apuntó Glos, quien advirtió que las autoridades de la competencia actuarán, caso de revelarse un 'abuso' por parte de las compañías.
El aumento de la factura energética es algo que no todos los hogares pueden permitirse, puesto que además de la reducción del paro la reforma laboral ha generado una preocupante nueva clase social baja, afectada por la precariedad.
Unos 2,5 millones de menores viven en la pobreza en ese país, según el 'Informe de la Infancia 2007', lo que contrasta con la imagen de prosperidad económica del país.
Los expertos hacen hincapié en que los más afectados por esa situación de precariedad son los hijos de familias monoparentales, así como los perceptores del auxilio social.
http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/descenso_alemania_desempleo_inflacion_cara_2150944.htm
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