El balance global de la actividad agraria en España durante 2007 refleja un incremento de la renta general de sector un 9,8% respecto al año anterior, después de los fuertes descensos de años anteriores, lo que no ha impedido que continúe la destrucción de empleo en el campo ni ha evitado las graves consecuencias de las crisis que han vivido y siguen soportando los sectores ganaderos.
Una evolución global positiva que responde sobre todo al fuerte crecimiento de las producciones vegetales, cuya valor ha subido un 11,8% (como consecuencia de un aumento del 5% en la producción y un 6,5% en los precios), mientras que el valor de las producciones ganaderas se ha mantenido estable, con un mínimo incremento del 0,2%, como resultado del estancamiento de las producciones animales y el descenso de los precios en un 0,7%.
El informe técnico realizado por UPA recoge, asimismo, que los datos generales del sector esconden evoluciones muy dispares entre producciones: frente al incremento de casi un 60% en el valor de la producción de cereales, se han registrado en 2007 descensos de un 18,5% del valor de la producción de conejos, de un 12,8% en vacuno o de un 7,7% en ovino y caprino, los tres sectores ganaderos más afectados por la crisis.
De igual modo, el comportamiento de la renta agraria global en 2007 hay que situarlo en un análisis más amplio, al menos durante los últimos cinco años, para comprobar que en este periodo ha descendido un 23,6% a precios constantes.
En cuanto a la evolución del empleo, durante 2007 se ha mantenido la tendencia de años anteriores, con una progresiva e imparable pérdida de ocupados en el sector agrario, que en este año han descendido a un ritmo de 70 personas ocupadas menos cada día en actividades agrícolas o ganaderas.
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