La provincia cerrará el año con más de 12.000 inmigrantes en situación laboral de demandantes de empleo parados. Teniendo en cuenta que en la provincia había el 30 de noviembre 92.491 desempleados, la tasa de extranjeros sin trabajo se dispara ya al 12,8 por ciento. Es el mayor porcentaje de paro extranjero de España, sólo superado por Baleares, Almería, Murcia y Madrid. En números absolutos, a Alicante sólo la superan en ciudadanos parados extranjeros Madrid y Barcelona. De la situación ya advirtió hace dos años la comisión provincial de Extranjería y hace un año la patronal Coepa. Mucho más recientemente, la Cámara de Comercio.
Trece de cada cien ciudadanos parados de la provincia han nacido fuera de ella, sobre todo en países no comunitarios. Sólo las Islas Baleares, donde 27 de cada cien parados son extranjeros, o Almería, Madrid y Murcia, donde la tasa media es de quince parados extranjeros por cada cien desocupados, superan en el ránking a Alicante.
Sin embargo, en números totales el desempleo sólo afecta a más extranjeros residentes en Madrid y Barcelona que a los que viven y trabajan en Alicante. A día de hoy (último dato oficial del Inem del 30 de noviembre), hay 11.854 parados extranjeros, pero todo apunta a que se supere la cifra de 12.000 ya que el mes de diciembre es de fuerte repunte del desempleo, pese a la aceleración de la actividad en determinados sectores de la hostelería y los servicios en general.
Precisamente es la hostelería el sector en el que más crece el paro de extranjeros, mes a mes. En estos momentos hay 6.607 inmigrantes que reclaman colocarse en este sector al haber perdido su empleo. Le sigue la construcción, con 3.266 personas, una cifra que se ha duplicado en apenas un año al abrigo de la clara recesión de ventas que sufre el mercado inmobiliario alicantino, lo que ha acabado salpicando a infinidad de subsectores vinculados con el ladrillo. En la industria y en la agricultura, la inserción laboral de inmigrantes es todavía baja, pese a lo cual hay 730 y 459 parados, respectivamente.
Este tipo específico de desempleo ha dado que hablar en los últimos meses, y con intensidad creciente. Hace ahora dos años, en el otoño del 2007, la Comisión Provincial de Extranjería (integrada por Inem, Servef, Oficina de Extranjeros, Coepa, CC OO y UGT) ya alertó de que había demasiados extranjeros en el paro y proponía no aprobar la contratación en origen de más, a través de la vía extraordinaria del contingente especial. La entonces subdelegada del Gobierno, Etelvina Andreu, trató en vano de desmentir la mayor, tras varias informaciones de este diario.
Hace ahora justo un año, la patronal Coepa también advirtió en un informe de coyuntura mensual de que crecía el paro de extranjeros y mostraba abiertamente su preocupación. Más recientemente, en octubre, el presidente de la Cámara, Antonio Fernández Valenzuela, alertó de que se disparaba el número de inmigrantes parados y deslizó la posible generación de un problema laboral y social en la provincia. La misma teoría la expuso en la controvertida Noche de la Economía Alicantina, en la que habló con profusión de la crisis que sufre la economía alicantina, en especial el motor inmobiliario.
Otras voces que encendía la señal de alarma proceden de expertos. Entre ellos, el director del Observatorio de la Inmigración de la UA, Carlos Gómez Gil, quien reclama una mayor implicación del Servef (organismo de la Conselleria de Empleo que tiene transferidas las competencias sobre intermediación laboral). Según él, el índice de ocupabilidad o de gestión de contratos del Servef es ínfimo. Apenas representa, según los últimos datos, un 3 por ciento del total de contratos provincial, alrededor de sólo 19.000 colocaciones al año.
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