Los británicos deben asegurar su propio retiro para que Gran Bretaña no caiga en una crisis previsional, dijo el lunes el Gobierno.
El secretario de Estado para Empleo y Pensiones Peter Hain dijo que los consumidores deben actuar ahora y ahorrar para que las futuras generaciones de trabajadores no enfrenten problemas a la hora de financiar una población cada vez más vieja.
Hablando antes del segundo debate del Proyecto de Pensiones 2007, que propone la incorporación automática a las pensiones ofrecidas en los empleos a partir del 2012, Hain dijo que se necesita un "cambio radical."
"Ante el aumento de la longevidad, si no abordamos el desafío del ahorro deficitario, hacia el 2050 nos enfrentaremos a la pesadilla de una crisis de las pensiones, cuando la gente en edad laboral tenga problemas para financiar el envejecimiento poblacional," dijo.
"El Estado, los individuos y los empleadores, todos comparten la responsabilidad de evitar tal crisis, por eso tenemos que actuar ahora de manera decisiva para renovar el contrato social entre nosotros," sostuvo el responsable.
"Es crucial que los individuos jueguen su papel en este nuevo contrato social," continuó.
"Para lograr el tipo de estilo de vida que ellos prevén durante el retiro, tienen que asumir una responsabilidad personal, participando en una pensión."
Hace un siglo, pocas personas vivían lo suficiente como para recibir una pensión estatal. La esperanza de vida promedio para los hombres era de 49 años de edad y de 53 para las mujeres. Hoy, se prevé que uno de cada cuatro bebés viva hasta los 100 años.
Si bien tres cuartos de las personas dicen que necesitarán más que una pensión estatal para vivir, sólo el 40 por ciento de las personas en edad laboral ahorran en una pensión privada, agregó Hain.
El Gobierno planea elevar la edad de la jubilación estatal gradualmente a 68 años hacia el 2046, e introducir un Programa Nacional de Ahorro Previsional, también conocido como "cuentas personales," en el 2012 para tratar de cubrir un déficit de 57.000 millones de libras esterlinas (unos 112.400 millones de dólares).
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