El vicepresidente económico defiende la necesidad de recortar la maraña contractual que existe actualmente en los contratos de trabajo. El 90% de los contratos firmados en 2007 fueron temporales. La temporalidad afecta al 33% de la población activa española. Se genera mucho empleo, pero con mucha rotación y demasiada precarización
Es verdad -como decía el ex presidente Felipe González- que el peor empleo es el que no se crea. Pero esos eran los tiempos con paro del 25% en el que el Gobierno se salvó de una revuelta ciudadana gracias a esa Seguridad Social sin cuotas llamada familia. Pero los tiempos cambian que es una barbaridad y ahora estamos con unas tasas de paro en el entorno del 8%. Es decir, ahora debemos de plantearnos nuestro modelo de contratación laboral.
Es verdad que nuestra actividad intensiva en turismo eleva la temporalidad en relación a nuestros socios comunitarios. Eso explica parte de la realidad, pero no toda. Firmamos más de un millón de contratos al año, pero sólo el 10% de ellos son fijos. El resto, son temporal encadenado sobre otro temporal. Y sino, siempre existe el recurso al contrato de obra. No hay ninguna obra, pero se acaba cuando me parezca bien. Es lo que el vicepresidente Solbes califica de “flexibilidad” laboral. Un 33% de los empleos existentes en España son temporales, un porcentaje muy superior al razonable y al de las economías de nuestro entorno.
En cambio, Solbes plantea en el Público de este lunes una propuesta que probablemente ha pasado desapercibida. El vicepresidente defiende avanzar hacia una mayor eficacia en la contratación laboral. “Quizás habría que simplificar la multiplicidad de contratos que hay (a corto plazo, de empleo, temporales, de indemnización de 33 días, de 45 días…) y que la variedad se justifique sólo por razones objetivas”, señala.
Dicho de otra manera: Solbes defiende un modelo tipo anglosajón: contrato único. A saber: contrato indefinido, pero con una indemnización abaratada. En realidad es hacia lo que se ha avanzado en esta legislatura que termina gracias al acuerdo entre patronal y sindicato. El acuerdo contemplaba la posibilidad de pasar de temporal a fijo pero con indemnización de 33 días. Y el modelo ha funcionado mejor que bien. Solbes ha defendido en varias ocasiones que es partidario de abaratar el despido si a cambio se elimina la temporalidad.
Porque es obvio que no hay “elementos objetivos” para que el 33% de la población activa española esté en interinidad. Ni para que muchos de los contratos que firman jóvenes -incluso universitarios- sea de obra. ¿La solución? Avancemos hacia un único modelo contractual, al menos como tendencia. Eso exige compromiso por parte de los empresarios, pero también de los sindicatos que deberían de abandonar su reivindicación histórica de 45 días por año de servicio, una cuantía tan elevada que desincentiva la contratación.
Este es el planteamiento de Solbes. Ya veremos a ver hasta dónde le dejan llegar si gana el PSOE. Por su parte, el PP no se ha manifestado en este asunto, aunque históricamente siempre ha defendido lo mismo: más estabilidad a cambio de abaratar el despido. Eso sí que es flexibilidad, eficiencia y competitividad. Así que en este tema -como en casi todos los económicos- hay acuerdo PP-PSOE.
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