Una de cada tres europeas trabaja a tiempo parcial para cuidar a sus hijos

Las desigualdades de sexos continúan, según la CE, y una prueba clara de ello es que una de cada tres trabajadoras opta por un contrato a tiempo parcial, frente a menos de uno de cada diez hombres. Es decir, el cuidado de niños y mayores sigue recayendo sobre las mujeres.

"Las mujeres continúan dirigiendo el crecimiento del empleo en Europa, pero se mantienen las desventajas respecto a los varones". Este es el diagnóstico de la Comisión Europea, que en un informe denuncia que las féminas europeas tienen graves problemas para conciliar su vida laboral y personal, desempeñan trabajos por debajo de su nivel del formación, cobran menos que sus compañeros varones y siguen sin conseguir los puestos de dirección. Las desigualdades de sexos continúan, según la CE, y una prueba clara de ello es que una de cada tres trabajadoras opta por un contrato a tiempo parcial, frente a menos de uno de cada diez hombres. Es decir, el cuidado de niños y mayores sigue recayendo sobre las mujeres.

Más empleo femenino. Ante este panorama, la Comisión Europea recomienda, por un lado, adoptar medidas encaminadas a facilitar la conciliación de la vida personal y laboral "de hombres y mujeres", e incrementar la calidad de los trabajos, entendiendo como tal la implantación de actuaciones que corrijan la histórica discriminación de las trabajadoras frente a sus colegas masculinos. Según el informe, desde el año 2000 se han creado en Europa más de doce millones de puestos de trabajo, de los que 7.5 millones correspondieron a mujeres. Esto supone un incremento de 3,5 puntos, habiendo elevado el porcentaje de féminas que trabajan hasta el 57,2%.

Mejor formación. Pese a todo ello, la discriminación por sexo continua. "A pesar de que las mujeres representan el 59% de las graduadas y pese a tener una mejor formación, la tasa de empleo permanece 14,4 puntos por debajo de los varones y continúan ganando un 15% menos que los hombres por cada hora trabajada". Y es que, según la Comisión Europea, la vida profesional de la mujer se resiente claramente en cuanto se convierte en madre. El porcentaje de trabajadoras de entre 20 y 49 años con niños menores de 12 años a su cargo desciende al 62,4%, frente al 76% de las mujeres sin hijos. En el caso de los varones, la situación es completamente distinta. El porcentaje de hombres con hijos a cargo que trabaja se eleva al 91,4%, mientras que los que no tienen retoños descienden al 80.8%.

Jornadas reducidas. Estos datos, según el citado informe, que será presentado a los presidentes de la UE en la reunión que se celebrará la próxima primavera. revelan las diferencias que aún perviven entre hombres y mujeres y que insisten en colocar a la mujer como pilar fundamental del cuidado de las personas dependientes. Prueba de ello es que el 31,4% de las mujeres opta por contratos a tiempo parcial, frente al 7,8% de los varones. Este porcentaje, referido a la Europa de los 27, esconde cifras aún más llamativas si se analiza por países. Así, en Bélgica el número de mujeres que ha reducido su jornada laboral se sitúa casi en el 42% frente al 7,5 de varones, porcentajes similares a los del Reino Unido, Suecia, Austria y Luxemburgo. En este ranking destaca Alemania, con un 46,2% de mujeres con jornada reducida frente al 9,5% de varones. El caso, sin embargo, más destacado es el de Holanda: el 74,5% de las holandesas tiene un contrato a tiempo parcial, cifra que desciende al 23,7% en el caso de los hombres. España, según este informe, se sitúa por debajo de la media europea: un 23% de las trabajadoras se ha acogido a la reducción de jornada frente a sólo el 4,3% de los varones.

Pocas directivas. En cuanto a la participación de la mujer en los órganos de dirección de las empresas "no se ha comprobado un cambio significativo", con un 33%, como tampoco lo ha habido en relación con las diferencias salariales. "En otras palabras" – señala el informe-, los esfuerzos realizados por conseguir que las mujeres accedan al mercado laboral están dando sus frutos, aunque, a juicio de la Comisión, los éxitos se han centrado más en la "cantidad (de puestos de trabajo) que en la calidad".