El nuevo Fondo Europeo de Ajuste de la Globalización (EGF), creado por la Comisión Europea (CE) para compensar a los trabajadores que se quedaron sin empleo por la liberalización del comercio, apostó ayer por crear un subsidio a la movilidad de los trabajadores, como incentivo para los empleados comunitarios dispuestos a desplazarse para mejorar sus condiciones de trabajo.
Según indicaron el Consejo Económico y Social de España (CES) y la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo en una nota conjunta, este subsidio permitiría afrontar parte de los elevados costes de desplazamiento que existen entre los Estados Miembros de la UE.
El Fondo Europeo, tal y como concluye en su informe anual ‘Reestructuraciones y empleo en la UE: El impacto de la Globalización’, recomienda no establecer subsidios temporales o bonificaciones temporales al empleo como respuesta a los problemas que pueda suscitar la globalización, porque tienden a no ser efectivos y bonifican la contratación de candidatos que se hubieran contratado de cualquier otra forma.
Para el Fondo, estos subsidios tienen como resultado que unos empleados consigan empleo a costa de otros, por lo que recomienda rechazarlos y aplicar políticas activas de empleo que se centren en los servicios de orientación profesional y en el reciclaje de la mano de obra.
En el informe, el Fondo pone de manifiesto las desventajas que supondría la adopción de medidas proteccionistas para afrontar el reto de la globalización en Europa porque afectarían al libre comercio, limitando sus beneficios para la sociedad en su conjunto.
Además, recoge ejemplos de Estados Miembros de la UE que han enfocado de diferentes maneras el reto de la globalización, como Dinamarca, donde el énfasis en el sistema de formación para el empleo contribuye "de forma considerable" al reciclaje de la mano de obra y donde la implicación tripartita del Gobierno y los agentes sociales en el diseño del esquema es "clave" para su éxito.
Por su parte, en Suecia, la Unión Sueca de Empleados Técnicos y Administrativos en la Industria (SIF) está muy implicada en abordar conjuntamente con los empresarios medidas para anticiparse a las reestructuraciones y para hacer frente a las consecuencias si éstas llegan a ocurrir.
Por todo, el informe concluye que ambos ejemplos revelan el fuerte compromiso de los agentes sociales en todas las fases de los programas de formación continua y apuesta por políticas concretas y activas para afrontar los retos que plantea la globalización en la UE.
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