El borrador de la ‘Estrategia Canaria de Empleo’, presentado el pasado viernes por el consejero del ramo, Jorge Rodríguez, cuenta con más de 220 millones de euros sólo para ese año
El Gobierno de Canarias presentó el borrador de la Estrategia Canaria de Empleo 2008-2013, un documento que aspira a encauzar uno de los principales caballos de batalla de la economía canaria: el desempleo. Con una tasa de paro del 11%, 112.000 personas desocupadas, 182.000 residentes más y cerca de 41.000 personas más en edad de trabajar, la Consejería regional de Empleo ha diseñado un conjunto de medidas que, con la pretensión de abarcar a los colectivos con más dificultades para incorporarse al mercado laboral, dirige sus acciones a los residentes canarios con al menos tres años de residencia fiscal en Canarias, y también a cada uno de estos grupos a partir de sus demandas específicas. “No se están blindando los mercados laborales ni son proteccionistas o excluyentes, sino que se ponen los instrumentos necesarios para garantizar el acceso al trabajo de los residentes canarios en las mismas condiciones”, manifestó Alberto Génova, director del Servicio Canario de Empleo (SCE).
Los demandantes de un primer empleo, mayoritariamente jóvenes, parados de larga duración, sobre todo las personas que tienen baja cualificación, la población activa inmigrante, las mujeres desempleadas, las personas en riesgo de exclusión social y los discapacitados centran la segunda batería de propuestas para los parados que acrediten tres años de residencia en el Archipiélago.
El proyecto, dado a conocer ayer por Jorge Rodríguez, consejero de este departamento autonómico, contiene 230 medidas y de ellas “cuatro o cinco” están especialmente pensadas para los residentes demandantes de empleo. Se trata de un amplio contingente de medidas preparadas y presupuestadas por más de 222 millones de euros sólo para este año, cuya finalidad es alcanzar “el pleno empleo”, situado en un 6,5%, según los parámetros europeos.
Deducciones de IRPF
Para los residentes canarios, se contemplan acciones para conciliar la vida laboral y familiar, impulsando convenios con ayuntamientos para reservar plazas en guarderías públicas y deducciones en el IRPF por el cuidado y acogimiento de familiares con discapacidad o mayores de 65 años, así como propuestas para favorecer la movilidad laboral, con ayudas al transporte y al alquiler de viviendas para aquellos parados que estén dispuestos a trabajar fuera de su municipio.
Representan sólo una porción de las acciones planteadas en este proyecto, compendio de dos planes de empleo anteriores, el programa electoral del Gobierno canario y las aportaciones de las patronales y los sindicatos de las Islas, explicó Rodríguez.
Garantizar a los desempleados una experiencia laboral mínima en los programas de empleo, priorizando a los residentes en los programas de empleo gestionados por el SCE, y darles preferencia en los concursos convocados por la Administración Pública canaria y en las oposiciones de ciertos puestos de los cuerpos del Estado conforman el grueso de medidas concretas destinadas a los residentes.
El Ejecutivo, además, realizará una territorialización de las ayudas por zonas y comarcas de atención preferente y adaptará los proyectos de empleo a los planes urbanísticos, de modo que si en un municipio se va a construir un hotel o un centro comercial, se impartirá formación previa a los residentes locales, precisó Rodríguez.
Más colectivos favorecidos y un carnet por puntos que no quita sino suma
“Queremos poner en las mismas condiciones de competitividad al niño canario de 15 años que a otro con la misma edad que llega en patera”. Con estas palabras resumió Alberto Génova, director general del Servicio Canario de Empleo (SCE), la idea del Gobierno canario de acabar con el abandono temprano de los estudios en las Islas. La iniciativa, incluida en la Estrategia Canaria de Empleo 2008-2013, es prioritaria para la Consejería, al igual que el Carnet por puntos que expenderá el Servicio Canario de Empleo a los demandantes. Pretende “dignificar la condición del destinatario”, afirmó Rodríguez, al contener toda la formación académica y la experiencia laboral del receptor.
En consecuencia, no quitará puntos, sólo sumará a medida que el desempleado vaya realizando actividades formativas.
El objetivo del conjunto de medidas de la Estrategia Canaria de Empleo, aseveró Jorge Rodríguez, consejero regional de Empleo, es realizar una “atención lo más personalizada posible” evaluando cada caso.
Así, para los colectivos desfavorecidos se facilitará su incorporación al mercado laboral estableciendo itinerarios específicos.
Se promoverán programas de inserción laboral para mujeres víctimas de violencia de género y también para las que habiten en municipios con altas tasas de desempleo femenino. Para los discapacitados, el Gobierno canario apuesta por el teletrabajo y la creación de un registro de personas sin empleo con discapacidad.
La población inmigrante tendrá sus propios programas de formación y empleo, con especial atención a los menores inmigrantes, y se fomentará la cooperación al empleo con el África Subsahariana, y la presencia de empresas canarias en el continente.
Para los parados de larga duración, se fijarán líneas de financiación especial para iniciativas empresariales de mayores de 45 años y se aprovechará su experiencia para proyectos con jóvenes. Las personas en riesgo de exclusión tendrán preferencia en las convocatorias del SCE y se apoyará su contratación indefinida. El documento, abierto a nuevas propuestas por parte de los agentes económicos y sociales y del propio Ejecutivo, se llevará al Consejo de Gobierno de finales del mes de febrero.
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