La mitad de los trabajadores chinos residentes en España -cinco de cada 10- están contratados en servicios de restauración, personales y de protección, o como vendedores de comercios, una cifra que triplica la presencia del total de extranjeros en el sector de servicios, según los datos difundidos en el cuaderno de divulgación número 19 de Miradas sobre la Inmigración, basado en la Radiografía de las Migraciones que elabora el Ivie y el CeiMigra con la colaboración de Bancaja.
El trabajo señala que la "mayor especialización china en los servicios se une a un menor peso en la construcción y la casi ausencia en la agricultura". Además, la presencia de ciudadanos chinos es menor al total de extranjeros en las categorías de trabajadores no cualificados y empleados en la industria y la artesanía.
La mayor presencia de empleados chinos se registra en Cataluña, Madrid, la Comunitat Valenciana y Andalucía, comunidades que acogen al 75,5 por ciento de los trabajadores de este país con alta en la Seguridad Social en España.
Asimismo, el informe destaca el peso de los contratos indefinidos en este colectivo, ya que el 36,6 por ciento de los ciudadanos chinos que trabajan en España tienen este tipo de contrato frente a un 11,6 por ciento. También es mayor la presencia de autónomos, con un 32,3 por ciento entre los trabajadores de nacionalidad china frente al 11,3 por ciento del total de ocupados extranjeros, según datos del 31 de diciembre de 2007.
Así, sólo el 2,9 por ciento de los trabajadores chinos están empleados en empresas de 500 trabajadores o más, frente al 12,7 por ciento del total de trabajadores extranjeros en esa situación, lo que indica "la baja integración laboral de este colectivo", subraya el estudio.
Los datos de este estudio revelan que el trabajador chino promedio es un hombre de 34 años -algo más joven que la media de trabajadores extranjeros- que está empleado por cuenta ajena en el sector servicios, principalmente en restauración y como vendedor de comercio, que llegó a España en 2005, que trabaja a jornada completa en Barcelona o Madrid para empresas de menos de 25 empleados con un contrato temporal por circunstancias de la producción, que tiene estudios secundarios y que desarrolla una ocupación propia de trabajadores cualificados, precisa el informe.
En cuanto a la presencia de ciudadanos chinos empadronados en España, hay una especial concentración en Barcelona y Madrid, provincias que en 2006 sumaban un total de 55.096 chinos empadronados, mientras que en el resto de provincias se observa una distribución más dispersa que en el caso de otras nacionalidades.
En cuanto a los aspectos vitales de la población china residente en España, el estudio subraya que resulta "notable" la baja mortalidad de este colectivo que se explica por "la baja accidentalidad de los sectores en los que trabajan los ciudadanos chinos, así como la menor presencia de personas de edad avanzada, ya que vuelven a su país de origen una vez cubierto el ciclo migratorio, de modo que la población china residente en España se concentra en los tramos centrales de edad".
Otro dato característico de este colectivo, que se desprende del estudio, es la casi ausencia de matrimonios mixtos de españoles con personas chinas, ya que sólo representan el 0,3 por ciento del total de uniones con extranjeros, con un predominio claro de los enlaces de mujeres chinas con hombres españoles, que suponen el 84 por ciento de las parejas mixtas en 2006.
Este aspecto supone un indicador de la pobre integración de la comunidad china, aunque también se observa una rápida adaptación a España como país de acogida al contar con un tramo de población de entre uno y cuatro años superior al de la población total. La Comunitat es la decimoquinta autonomía en cuanto a presencia de chinos con un total de 12.514, lo que supone el 11,7 por ciento del total de población empadronada.
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