Los trabajadores que estuvieron de baja laboral en 2007 supusieron un coste para la Seguridad Social de 7.312,57 millones de euros, según avanzó el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado.
En una entrevista con EFE, Granado consideró que 2007 fue un "buen año" ya que, por primera vez, el coste por bajas laborales no aumentó.
Añadió que, para 2008, el Gobierno no espera un porcentaje mucho mayor de bajas laborales, por lo que la cantidad presupuestada para ello asciende a 7.715,58 millones de euros.
Según explicó, en 2003 el coste por las incapacidades por enfermedad común y accidente de trabajo ascendía a 5.154,22 millones de euros, cantidad que cuando se inició la legislatura (2004) crecía a una media anual del dieciséis%, porcentaje que se fue reduciendo posteriormente.
"Ahora se ha pasado de un crecimiento del dieciséis al cero%", algo que en parte se ha debido a la mejora de la relación con los Servicios de Salud de las comunidades autónomas, indicó.
Al respecto, Granado recordó que, en 2004, cuando llegó a la Secretaría de Estado, no existía ningún acuerdo con los servicios de salud de las comunidades autónomas para informar de los procesos de baja.
Esto se debió a que existió un problema entre los ministerios de Sanidad y Trabajo durante el Gobierno del PP por el que todas las comunidades, independientemente de su color político, decidieron no colaborar con la Seguridad Social.
Indicó que, en 2004, tras la llegada del PSOE al poder, el problema se solucionó y en tres meses se firmaron todos los convenios de colaboración.
"Y ahora los servicios autonómicos nos notifican las bajas que los médicos de atención primaria dan a los trabajadores", matizó.
Además, añadió, desde la Seguridad Social se están aplicando criterios "más racionales" en los procesos de baja.
Así, en vez de esperar que se cumplan los 18 meses en los que el tribunal médico de la Seguridad Social revisa a un enfermo, si se sabe que sus lesiones no van a mejorar, se interrumpe el proceso y se le cita antes para resolver su incapacidad.
En cuanto a las bajas más frecuentes, Granado señaló una patología que está adquiriendo mucha relevancia: los riesgos psicosociales.
Por ello, adelantó, se está ultimando un acuerdo con los colegios de psicólogos, ya que se necesita conocer en qué medida existen factores mentales, personales o familiares que influyen en el estado de salud de los trabajadores.
El objetivo de Granado es que, durante este ejercicio, los médicos de la Seguridad Social que se encargan de diagnosticar las incapacidades lleguen a los 615, frente a los 370 con los que empezó la legislatura.
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