Los trabajadores españoles, junto con los suizos, son los que se jubilan más tarde, a los 62 años, frente a la media en Europa occidental que se sitúa en los 57. España es, a su vez, uno de los países en los que una menor proporción de asalariados, el 30% del total, tienen algún tipo de producto financiero para complementar la jubilación como, por ejemplo, un plan de pensiones, a pesar de que son de los que se declaran más pesimistas en cuanto a la situación actual y futura del sistema público de prestaciones que cubren el paso al retiro.
Un español trabaja, de media, tres años más que un alemán, cuatro más que un estadounidense, cinco más que un italiano y solo los suizos se sitúan en términos similares. Aunque solo la cuarta parte verían con buenos ojos retrasar la edad de jubilación, la aplastante mayoría se muestra resignada y convencida de que los gobiernos europeos tomarán decisiones en este sentido.
De hecho, el Gobierno español precisamente ya ha puesto en marcha algunas iniciativas para incentivar la prolongación de la vida laboral en la última reforma de la Seguridad Social. Una de ellas consiste en un aumento del 2% en la pensión por cada año cotizado después de los 65 y que llega al 3% para quienes hayan cotizado durante 40 años.
REFORMAS GENERALIZADAS
Pero España no es el único país que encara reformas para adecuar su sistema de pensiones. Lo están haciendo también países como Alemania, Reino Unido, Italia o Francia. En la mayoría de los casos se barajan medidas para prolongar la vida laboral o para alargar los años de cotización para cobrar la pensión.
El Cuarto Estudio Internacional de Jubilación elaborado por la aseguradora Axa, que compara España con 15 países muy desarrollados más China y Marruecos, revela que la mayoría de los trabajadores españoles entienden que la edad ideal para pasar al retiro sería los 58 años, pero son pesimistas respecto a lograrlo y prevén que no podrán jubilarse, al menos, hasta los 63 años.
Por otra parte, los españoles son los más optimistas en cuanto a la llegada de la vejez, que sitúan a partir de 75 años, frente a los 71 años de Europa occidental y los 69 de media en la encuesta. Será por este motivo que la mayoría de los trabajadores españoles ven la jubilación como una etapa para disfrutar y el 79% prefieren gastar sus ahorros antes que dejárselos a sus herederos, si bien el 34% querría conservarlos para los hijos.
DE MANERA VOLUNTARIA
En cuanto a los jubilados actuales, el 55% se retiraron antes de cumplir los 65 años y la gran mayoría de manera voluntaria. El 45% restante esperó a alcanzar la edad legal para cobrar la pensión. Solo el 7% de los jubilados españoles mantuvo un trabajo remunerado durante su retiro, mientras que en 16 países estudiados esta circunstancia se manifiesta en el 17% de los casos como promedio. De todos modos existen muchas diferencias, desde Japón, país en el que el 28% de las personas jubiladas sigue trabajando, hasta EEUU donde solo dos de cada 10 trabajadores en el retiro prefieren permanecer en el mercado laboral y ganar un sueldo complementario.
Agustí
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