El secretario general de CCOO, José María Fidalgo, achacó el hecho de que las empresas contraten a inmigrantes ilegales, al incumplimiento, por el Gobierno, de su compromiso de incrementar los efectivos de la Inspección de Trabajo.
En una entrevista con EFE, Fidalgo afirmó que hay muchas empresas que cumplen la ley en materia laboral, pero también hay muchas pequeñas, sobre todo contratas y subcontratas de la construcción y los servicios, que ‘funcionan sin control’.
Según aseguró, hay cerca de un millón de inmigrantes que trabajan ilegalmente en España, y el Gobierno, en vez de incrementar el número de inspectores, ‘se ha puesto a negociar con Cataluña la transferencia de la Inspección, a lo que nos hemos opuesto y nos opondremos’.
Para Fidalgo, uno de los rasgos que definirá la actitud del nuevo Gobierno será el incremento de la Inspección de Trabajo, ‘y si ésta me dice que el 50 por ciento de los contratos temporales están hechos en fraude de ley, ¿para qué me llaman a discutir una reforma laboral?’, se preguntó.
En su opinión, el ciclo económico ‘largo y venturoso’ que ha tenido España, no hubiera sido posible sin la inmigración, que calificó como factor de éxito para todos, incluidas las empresas.
Los inmigrantes ‘han venido muy bien’ para un ciclo cuyo patrón de crecimiento se ha basado en la construcción y los servicios, precisó.
Sin embargo, añadió Fidalgo, en muchos casos, y por ‘falta de control de legalidad del mercado de trabajo’, muchos de los que han llegado a España son explotados y, con el cambio de ciclo, ‘las primeras víctimas’ han sido los trabajadores que estaban en esos sectores, que son los que más se han ‘ralentizado’.
Fidalgo consideró necesario ‘cuidar’ a los inmigrantes, ya que son ‘capital humano’ y la única manera de integrarles en la sociedad es darles formación y cualificación para que tengan empleo de calidad.
Para ello, se deben regular los flujos migratorios y evitar que España se convierta en un país de puertas abiertas a la explotación, sostuvo.
El líder de CCOO abogó por perseguir la ilegalidad y la economía sumergida, ‘porque los inmigrantes cuando llegan a España lo hacen con los mismos derechos y deberes que los españoles y, por tanto, no son mano de obra de segunda’.
Preguntado sobre la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, de hacer un ‘contrato de integración’ a los inmigrantes, en el que deberán comprometerse a ‘cumplir las leyes, aprender la lengua y a respetar sus costumbres’, Fidalgo explicó que posiblemente hiciera esa declaración después de reunirse con el presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy.
El secretario general de CCOO cree que Rajoy ‘hubiera necesitado un mejor servicio de traducción’ y que cuando hablaba de ‘costumbres’ posiblemente se refería a ‘una especie de carta con derechos y deberes, como es costumbre en Francia, pero no a un contrato’.
De acuerdo con sus explicaciones, lo que en francés se llama ‘carta’ equivale en español a ‘contrato’, y lo que en Francia es ‘moeurs’, en español debe traducirse por ‘valores’ y no por ‘costumbres’.
‘Si además se quiere reforzar la idea de bienvenida o de integración con una especie de carta de derechos de ciudadanía, me parece que es un simbolismo que está bien, pero esto no es un contrato’,
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