Las mujeres han logrado en los últimos años hacer más sólida su paulatina incorporación al mundo laboral, pero persisten las dificultades para su acceso a sectores tradicionalmente masculinizados y, además, sufren una discriminación salarial que en Galicia supone cobrar un 27% menos de media que los hombres por desarrollar un puesto de similares características. El colectivo femenino celebra mañana el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con la igualdad en los salarios como una de sus metas, ya que el salario medio de un hombre en Galicia asciende a 17.671 euros, mientras que el de la mujer se sitúa en los 12.911 euros, lo que supone un 73,06% del sueldo masculino medio, según los últimos datos de la Agencia Tributaria, fechados en 2006, y recogidos por la Consellería de Traballo.
Las diferencias salariales se acentúan en tramos de edad más joven, de forma que la discriminación en el sueldo por razón de sexo se agudiza entre los 19 y los 25 años, puesto que la mujer recibe un 68,9 por ciento del sueldo de un varón que ocupa un puesto de similares características.
En cuanto al sector económico, la mayor diferencia entre el sueldo femenino y masculino se aprecia en las entidades financieras y aseguradoras, donde las mujeres perciben el 54,6 por ciento del salario medio; seguidos de la industria –63,5%– y el comercio –64,8%–.
TASA DE PARO Y DE ESTABILIDAD LABORAL.
En cuanto a la estabilidad laboral, en el año 2007 un 67,6 por ciento de las mujeres alcanzaron una relación contractual estable, frente al 69,4 por ciento de los hombres. Sin embargo, cabe destacar que, desde el año 2005, el crecimiento masculino en este ámbito fue de un 3,95 por ciento frente al 4,35 por ciento del femenino.
Por otra parte, en relación con las tasas de paro, las mujeres en Galicia representaron, en 2007, el 62 por ciento del desempleo registrado, frente al 38 por ciento que supusieron los varones en la Comunidad gallega. De este modo, la tasa de paro femenina representa casi el doble de la masculina.
A respecto de la ocupación, la masculina se sitúa en un 74,15 por ciento frente al 55,97 por ciento de la femenina en 2007. No obstante, también hay que indicar que el aumento de estas cifras fue superior en el apartado de las féminas, que experimentaron una subida de 4,36 puntos, mientras que el colectivo masculino desde 2005 registró una subida del 1,91.
PARADO ‘TIPO’.
En relación con el perfil de parado ‘tipo’ se corresponde con el de una mujer de entre 30 y 34 años con certificado de escolaridad, sin estudios o con estudios primarios sin certificado.
Además, esta mujer estaría buscando un empleo en el sector manufacturero, durante menos de seis meses, y en cualquiera de sus subsectores.
INSERCIÓN FEMENINA EN PROFESIONES MASCULINAS.
El director xeral de Formación e Colocación, Pastor Fuenteseca, apostó, en declaraciones a Europa Press, por equilibrar las posiciones de hombres y mujeres en el mercado laboral, aunque admitió que es "imposible" conseguir la "igualdad absoluta" en todos los sectores.
No obstante, destacó el "esfuerzo" que la Consellería de Traballo está desarrollando para la incorporación "paulatina" de las mujeres en oficios típicamente masculinos, tales como el de chapista, soldador y escayolista, entre otros, que no alcanzan el dos por ciento de representación femenina.
Del mismo modo, incidió en que la media de contratación de la mujer en distintos sectores llegó al 13,6 por ciento en 2007, alcanzando cuotas altas en sectores "tradicionalmente masculinos" y con un incremento porcentual "menor" en otras profesiones, como el comercio y la hostelería.
Cerca de 6.000 mujeres fueron contratadas entre 2005 y 2007 en profesiones que tradicionalmente están ocupadas por hombres, período en el cual la contratación femenina registró un incremento superior a la media del 13,6% en un total de 15 subsectores de actividad, según datos de la Consellería de Traballo.
De estas ocupaciones, un total de nueve corresponden a actividades en las que las mujeres están "subrepresentadas" y en las que, sin embargo, durante estos dos años se alcanzó una media de aumento de la contratación femenina de un 38,6%.
Entre otros puestos a los que la mujer reforzó su acceso en estos dos últimos años figuran actividades como la fabricación de material de transporte, la industria de la transformación del caucho y materias plásticas, industrias de otros productos minerales no metálicos, refinado de petróleo y tratamiento de combustibles nucleares, metalurgia y fabricación de productos metálicos o la construcción.
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