El director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, apuntó ayer que el crecimiento de la economía española será inferior al 2 por ciento a finales de año, lo que conllevará insuficiencias para absorber la nueva mano de obra y provocará la destrucción de empleo neto.
Aunque estimó un crecimiento medio de la economía española del 2,5 por ciento en 2008, Iranzo alertó que esta tendencia caerá por debajo del 2 por ciento a finales de año.
En su opinión, estas previsiones marcarán "un desarrollo bastante descendiente", ya que, según ha recordado, este crecimiento fue del 3,5 por ciento en 2007.
Iranzo presentó ayer, junto al presidente del Instituto de Estudios Económicos de la provincia de Alicante (Ineca), Joaquín Rocamora, los primeros estudios elaborados por este último centro orientados al análisis de la economía de la provincia alicantina.
Subrayó que la economía española "no atraviesa una situación desesperada, pero sí un claro proceso de desaceleración" motivado por la crisis financiera que actualmente afecta a los mercados.
El director general de IEE manifestó que todo crecimiento por debajo del 2 por ciento será "insuficiente para absorber toda la mano de obra que se incorpora al mercado" y "destruirá empleo neto".
Explicó que la crisis financiera afecta a la balanza por cuenta corriente de España que, según precisó, tiene "un déficit aproximado del 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB)", que sólo puede ser corregido con "unos cien millones de euros anuales".
En este sentido, señaló que este dinero debe obtenerse en los mercados internacionales donde, según , los empresarios están encontrando "problemas".
A su juicio, la solución de la situación financiera española requiere de la adopción de medidas de reforma estructural, como "la reducción de cotizaciones e impuestos sociales, una urgente reforma laboral y un incremento de las infraestructuras y de la energía".
Además, Iranzo destacó que el elevado valor del euro con respecto al dólar es un "problema grave" para la economía española porque "resta competitividad, principalmente a las zonas turísticas, como la provincia de Alicante".
Asimismo, apuntó que el incremento del precio del petróleo y de los alimentos perjudica a la economía española porque aumenta la inflación y disminuye el crecimiento.
En cuanto al sector de la construcción, Iranzo señaló que genera un "enorme" valor del suelo y ha añadido que la nueva ley del suelo ha provocado "grandes desajustes" en esta actividad, "que atravesaba un momento del ciclo de crecimiento avanzado y maduro".
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