El Ejecutivo propone subir cuatro puntos la cuota de los contratos temporales y bajar la de los fijos. Trabajo pretende incluir medidas para mejorar las pensiones de los trabajadores a tiempo parcial
El Gobierno tiene previsto proponer a las patronales CEOE y CEPYME, y a los sindicatos CCOO y UGT, una nueva reforma laboral para, si están de acuerdo, comenzar este mismo año a negociarla. Entre las nuevas medidas que el nuevo Ejecutivo pondrá sobre la mesa se encuentra un aumento de hasta cuatro puntos en las cotizaciones de los contratos temporales y una bajada de un punto en la de los indefinidos. También quiere penalizar a los empresarios que despidan trabajadores antes de las vacaciones o del fin de semana para ahorrase cuotas sociales, desea crear un estatuto especial para el becario y mejorar la pensión de jubilación del trabajo a tiempo parcial.
José Luis Rodríguez Zapatero prometió llamar a los sindicatos y a los empresarios al día siguiente de ganar las elecciones. Al margen de que ya lo haya hecho de manera informal, la convocatoria oficial no se producirá hasta ser investido como presidente de la novena legislatura y a que nombre un ministro de Trabajo, apuntan fuentes del Gobierno.
Esta reunión –que se asemejará a la que se produjo en la Moncloa en julio del 2004– girará en torno al objetivo del pleno empleo, es decir a lograr una tasa de paro inferior al 7% y a que el trabajo sea más estable.
El deseo del Gobierno de iniciar un nuevo proceso de reforma laboral es compartido por empresarios y por sindicatos pero, esta vez, el equipo de Zapatero ya tiene elaborada una hoja de ruta.
TEMPORALIDAD
Una de las ideas centrales de la propuesta será seguir reduciendo la temporalidad. Aunque una de las medidas estrella sea bajar la cuota de desempleo que pagan los contratos indefinidos y penalizar la de los temporales con una subida de hasta cuatro puntos, el Gobierno también quiere poner coto a los contratos de obra y servicio limitando su duración. Actualmente un trabajador puede estar años en esta situación de precariedad.
Coincidiendo con los sindicatos, el Ejecutivo considera mejor impulsar el contratos indefinidos a tiempo parcial y crear un régimen especial para el trabajador fijo-discontínuo –muy extendido en la hostelería, el comercio y la agricultura– dotándolo de características propias.
En el otro lado de la balanza, Trabajo propondrá penalizar en las cuotas sociales a los empresarios que despidan trabajadores en vacaciones para ahorrase cotizaciones al Seguro. Considerará contratos abusivos –y por tanto pasarán a ser indefinidos– las relaciones laborales que se interrumpan en fines de semana, en vacaciones o que el empleador use para tareas diferentes a las causas consignadas en el contrato.
BECARIOS
Otra medida que el Ejecutivo quiere negociar con los agentes sociales es un estatuto propio de los becarios que trabajan en las empresas con el fin de que su relación se limite estrictamente a periodos de formación y para que dispongan de contrato. Está dipuesto a establecer sanciones a las empresas que utilicen becas para cubrir puestos de trabajo que deberían ser estables.
También el Gobierno quiere suprimir la penalización que soportan en su pensión los trabajadores a tiempo parcial que, además, en un 70% son mujeres. A ellas sólo se les computa (a efectos de jubilación) la mitad de la jornada con lo que necesitan el doble de esfuerzo para lograr los 15 años mínimos para tener derecho a una pensión. La propuesta es considerar cada día trabajado como cotizado a efectos de periodos de carencia y que se revisen sus complementos a mínimos.
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