El mercado laboral español necesitará 157.000 inmigrantes cada año hasta 2020, a pesar de la desaceleración económica que se vislumbra en los próximos años, según un estudio de la Fundación Empresa y Sociedad.
El informe explica que la inmigración es un "reto clave" desde el punto de vista social y económico, e "ineludible", debido a la demografía española actual. Así, el demógrafo y vicepresidente de la fundación, Rafael Puyol, explica que ésta se caracteriza por una caída de la natalidad tras el ‘babyboom’ de finales de los años cincuenta hasta los setenta, un envejecimiento de la población, ya que el 17% de la población es mayor de 65 años, y un crecimiento de la demanda del mercado.
Según Puyol, un 9,93% de la población es inmigrante y se estima que, entre ellos, 1,2 millones son "irregulares". Además, hay que tener en cuenta que este colectivo, en su opinión, ha contribuido al crecimiento del 50% del PIB en los últimos cinco años y que más de la mitad del empleo creado en este periodo "ha sido inmigrante".
Por su parte, el presidente de Empresa y Sociedad, Francisco Abad, comentó que los mensajes "catastrofistas" que se están escuchando como consecuencia de la mayor incertidumbre económica invitan a recordar que la inmigración laboral en España es un fenómeno "estructural y no coyuntural" y que se trata de un colectivo "clave" para el crecimiento de las principales economías del mundo.
MADRID, CATALUÑA Y VALENCIA, COMUNIDADES RECEPTORAS
Como ejemplo, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, citó a las comunidades de Valencia, Cataluña o Madrid como las regiones donde la demanda de trabajadores inmigrantes ha aumentado entre un 80% y un 90%".
En la misma línea, el documento afirma que la inmigración "no sólo hace crecer", sino que es "fundamental" para mantener la economía en sectores como la hostelería, el comercio, el servicio doméstico o la atención a personas dependientes, empleos que la población residente en España no va a poder cubrir.
Al respecto, Jiménez citó la demanda existente en trabajos de mayor cualificación, como profesionales y técnicos relacionados con la medicina, la consultoría, la informática o la ingeniería. Asimismo, afirmó que la menor actividad en el sector de la construcción, "no debe generar alarma social ni por el posible desempleo ni en términos de inseguridad ciudadana".
EL SECTOR DE LA CONSTRUCCION, "EN PELIGRO".
El experto señaló que la desaparición de empleo en este tipo de actividad está generada por los cambios en el sector inmobiliario y por la caída de la obra pública contratada por la Administración central durante estos meses.
Además, Jiménez añadió que a pesar de que los datos a corto plazo hayan empeorado, las previsiones a medio "no lo hacen" porque hay que tener en cuenta "el posible relanzamiento de la construcción de vivienda protegida o el impulso de la obra pública una vez se ponga en marcha la nueva legislatura".
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