La rotación laboral sigue alcanzando cifras récord y solo el pasado año 1 de cada 5 trabajadores cambió de empresa, según el estudio Global Workforce Hopes and Fears realizado por PwC. Por eso el gran desafío para los departamentos de Recursos Humanos es el de integrar nuevos modelos de gestión de personas que habiliten, formen y comprometan a los profesionales. De hecho, cuando los empleados se sienten desvinculados de la organización, su productividad y motivación decae y esto tiene un coste económico de 7,8 billones de dólares -11% del PIB mundial- acorde a los datos de Gallup.
En este contexto, la estrategia que se ha revelado más útil para impulsar el compromiso es la de implementar una cultura que refuerce el aprendizaje y el desarrollo. Según el World Economic Forum, se estima que en 2025 el 50% de los empleados necesitará un upskilling de sus habilidades. Es decir, adquirir nuevas habilidades y competencias que incrementen su productividad en el propio rol. Para ello, es clave incluir el aprendizaje de soft skills -también llamadas power skills por su capacidad empoderante- en los planes de upskilling. No solo con el objetivo de mejorar el desempeño, sino también el ambiente laboral, ya que dota a los profesionales de habilidades que fomentan la flexibilidad, la creatividad y la empatía.
El desarrollo de power skills tiene una importancia estratégica para alcanzar objetivos de negocio y afrontar los retos del día a día, pero para estar en sintonía con el estilo de trabajo del modern learner hay que apoyarlo en la tecnología. Para estos profesionales el aprendizaje debe ser autodirigido, con contenidos personalizados y de fácil consumo y la posibilidad de acceder desde cualquier lugar. Por eso hay que basar el desarrollo de power skills en fórmulas de aprendizaje digital, una oferta de contenidos atractiva y en formatos que enganchen como el vídeo, los juegos y las infografías.
Además, una encuesta reciente de PwC reveló que el 77% de los trabajadores están dispuestos a adquirir nuevas competencias, y que el 74% considera la formación una responsabilidad personal para con su crecimiento. Junto a esto, los profesionales ponen muy en valor el desarrollo de conocimientos que les faciliten la toma de decisiones, mejoren su bienestar en el trabajo y su conciencia de sostenibilidad y diversidad. Este es el objetivo del whitepaper “Las power skills más demandadas en 2023”, publicado por la tecnológica líder en soluciones e-learning, isEazy: recopilar las soft skills clave para el modern learner y cómo integrarlas con éxito en la formación corporativa.
A través de un análisis de los intereses de los trabajadores y sus estilos de aprendizaje, la publicación recoge las power skills más relevantes y las metodologías para abordarlas, como el learning-by-doing o aprendizaje basado en la experimentación. Un modelo en el que se basa la solución digital isEazy Skills, el catálogo formativo más completo para desarrollar power skills, que permite crear una experiencia de aprendizaje inmersiva con situaciones y ejemplos prácticos reales. El whitepaper de isEazy reúne las tendencias de formación en habilidades blandas y la tecnología e-learning más efectiva para adquirirlas. Porque la vinculación con la empresa comienza con una cultura corporativa que fomente hábitos que los profesionales puedan transferir a su puesto de trabajo para seguir creciendo.