El mercado laboral se ha tambaleado y transformado en los últimos años. La pandemia trajo el trabajo en remoto y abrió nuevas oportunidades laborales. Además, hizo cuestionarse a las personas sus prioridades también en el ámbito profesional. Todo ello, llevó en Estado Unidos y, más tarde, en Europa al fenómeno conocido como la gran rotación. Cientos de profesionales abandonaron su trabajado y buscaron nuevas oportunidades laborales en compañías que ofrecieran beneficios como el teletrabajo y la jornada de cuatro días.
Pero, sin duda, hay un sector al que este fenómeno le ha afectado profundamente: el tecnológico. Con una baja tasa de paro y un importante crecimiento, cada vez hay más vacantes no cubiertas. “Hay que tener en cuenta que la pandemia aceleró la digitalización e incrementó la demanda de profesionales tecnológicos, aumentando la brecha entre oferta y demanda”, explica Jose Enrique García, director general de la consultora Equipo Humano.
De hecho, según aseguró el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, faltan ya en 2022 alrededor de 125.000 profesionales con formación digital. Una cifra que previsiblemente irá en aumento, y que cada dos años, la demanda de profesionales tecnológicos se duplica en España, según el informe Tech Cities 2021. Por ello, muchos de los profesionales de este sector encuentran empleo mucho antes de haber terminado sus estudios superiores.
Ciberseguridad, análisis de datos o blockchain son algunas de las áreas que más demandaran estos nuevos profesionales. Ahora bien, ¿tiene el mercado laboral este tipo de perfiles? “Todavía faltan muchos profesionales para este ámbito. Parte de la brecha entre oferta y demanda se debe al escaso talento disponible para posiciones senior vinculadas con, por ejemplo, las tecnologías de la información (TICs), roles para los que existe una mayor competencia entre las compañías para conseguir a los mejores perfiles”, apunta García.
Esta batalla por el talento tecnológico y la escasez de profesionales muy especializados, sumado al fenómeno de la gran rotación obliga a las empresas a diseñar nuevas estrategias. La compañía semipública Indra ha admitido que ha tenido que recurrir a profesionales juniors para hacer frente a esta situación. “Estamos intentando cubrir la demanda con estos perfiles; creemos que podemos afrontar así el crecimiento de ventas”, aseguraba Cristina Ruiz, CEO de Minsait, división ‘tech’ de la firma.
Por su parte, el Foro Económico Mundial estima que, como resultado de la digitalización y automatización de los negocios, la mitad de la fuerza laboral en el mundo deberá reentrenarse para desarrollar nuevas competencias. Pero, también se crearán nuevos empleos todavía inexistentes. La OCDE estima que el 65% de los niños que actualmente asisten a la escuela infantil terminarán realizando un trabajo que todavía no existe. Jardinero en Minecraft, comercial en el metaverso o minado de criptomonedas, son algunas de estas futuras profesiones.
“Sin duda, la clave a la respuesta de la falta de personal será la captación de nuevos empleados con estas competencias y la fidelización del talento”, incide Jose Enrique García, director general de Equipo Humano.
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