Agrupar generacionalmente a las personas es un método clásico de la sociología para identificar, de forma sencilla, patrones de conducta o reacciones a determinadas situaciones. En el ámbito laboral, esta clasificación puede proveer a la empresa de información relevante a la hora de conocer las necesidades concretas de cada una de ellas para confeccionar estrategias empresariales acordes. Por ello, Sodexo Beneficios e Incentivos ha elaborado el estudio El Mix generacional en las empresas españolas, en el que se analizan los diferentes arquetipos que definen la relación con el trabajo de cada una de las generaciones que conforman las plantillas actuales.
Hoy en día, las plantillas de las empresas están compuestas, aproximadamente, por un 19% de trabajadores de la generación baby boomer (nacidos entre 1946 y 1964), un 45% de la generación X (1965 y 1980), un 31% de millennials (1981 y 1997) y un 5% de la generación Z (a partir de 1998), según la Encuesta de Población Activa. Sin embargo, cada uno de ellos responde al mercado laboral de manera totalmente diferente:
Los baby boomers, los más leales
La generación más antigua que conforma las plantillas actuales se caracteriza principalmente por su lealtad. Se trata de una generación que se identifica con valores como la seriedad, la responsabilidad y la eficacia, con un gran sentido del compromiso hacia el trabajo y la estabilidad en el mismo. De hecho, son los que muestran un mayor grado de satisfacción con su trabajo actual: un 31% frente al, por ejemplo, 14% de los millennials.
Son un tipo de trabajadores que buscan sentirse identificados con los valores de la empresa para la que trabajan, con la que además aspiran a establecer lazos personales basados en la confianza y el respeto mutuo. No tienen miedo al compromiso y a la aceptación de responsabilidades y les gusta sentirse desafiados con su trabajo, al que conceden un alto valor de identificación personal. Evalúan el éxito o el fracaso en función de elementos materiales, tanto en términos de salario como de responsabilidades y retribuciones adicionales tangibles, como seguros médicos o coches de empresa.
La tranquilidad de la generación X
Los integrantes de la Generación X, por lo general, se caracterizan por ser empleados tranquilos, que se aferran a lo conocido y no les gustan demasiado los cambios, prefiriendo fijar todos los términos de antemano para evitar sorpresas o retribuciones irregulares. Comparte con su generación predecesora atributos como la fiabilidad y la estabilidad y, en términos generales, se ha enfrentado al mercado laboral de forma similar a ella.
Son un tipo de empleados que buscan principalmente sentirse cómodos y valorados en el trabajo y aspiran a progresar, pero dentro de sus propias empresas. De hecho, el 38% de los empleados de la generación X llevan dentro de su empresa entre 11 y 20 años.
Los millennials, la generación de la resiliencia
Si algo caracteriza a los millenials es su resiliencia. Se trata de la generación con mayor porcentaje de estudios superiores de máster y posgrado (40%), con una gran capacidad para dominar idiomas y experiencias alrededor del mundo más allá de sus propias fronteras. Sin embargo, han tenido que hacer frente a un mercado laboral complejo y, de ahí, esa capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios. De hecho, son proactivos y creativos y se sienten especialmente motivados por los proyectos innovadores.
Aunque, sin duda, buscan progresar laboralmente, no necesariamente tiene que ser en la empresa en la que están trabajando. Esto también se explica si tenemos en cuenta su movilidad laboral, ya que han trabajado de media en 4 empresas, el mismo número que los integrantes de la generación baby boomer, a pesar de llevar muchos menos años en el mercado laboral y, de hecho, de media están menos de dos años en cada puesto. Por ello, no tienen miedo a asumir riesgos y aprovechan cualquier oportunidad que se les presenta para progresar, tanto en lo personal como en lo laboral, para seguir asumiendo nuevos retos.
El idealismo de la Generación Z
Si los millennials han tenido que hacer frente a un contexto socioeconómico complejo, la Generación Z no se queda atrás. Su entrada al mercado laboral se ha producido en una coyuntura compleja tanto económica como socialmente debido en gran parte a la pandemia y sus consecuencias, teniendo esto una gran influencia en su relación con el trabajo, convirtiéndolos en una generación que mira con cierto pesimismo al mercado laboral, pero que se aferra al idealismo para hacer frente a estas circunstancias. Esa capacidad idealista lleva al 54,5% de los integrantes de esta generación a considerar probable montar su propio negocio, cifra que baja de forma significativa en los millennials (18,5%), la generación X (12%) y los baby boomers (10%).
Se caracterizan por su multiculturalidad y por su capacidad de comunicación, en parte gracias a su vinculación con la tecnología. Aunque todavía no conocen bien sus capacidades, buscan cierta estabilidad y formas de hacer las cosas que les hagan sentirse seguros. Lo que más valoran de una empresa es que les permita su desarrollo personal y emocional, que disponga de políticas de conciliación y formación, y que posea responsabilidad y conciencia social. Tanto es así, que es la primera generación que da más importancia a la capacidad de conciliar que al salario, que sí ocupa el primer puesto en la lista de motivaciones para las tres generaciones anteriores.
“Cada persona es un mundo, pero ciertamente agrupar a los trabajadores por generaciones para conocer, en líneas generales, cómo se comporta cada una de ellas, a qué le dan importancia y a qué no, o que les preocupa, es una información de alto valor para los Responsables de Recursos Humanos. Con estos datos pueden generar estrategias personalizadas y planes de carrera acordes a cada uno de ellos, de forma que se sientan a gusto en la empresa y den lo mejor de sí”, explica Miriam Martín, Directora de Marketing y Comunicación de Sodexo.
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