Los hombres corren un mayor riesgo de quedar excluidos en el futuro mercado laboral que las mujeres, según muestra el trabajo Empleos y competencias del futuro en España, publicado hoy por la Fundación Cotec en colaboración con la Fundación Iseak. El estudio analiza las ocupaciones y competencias más demandadas por el mercado laboral en España en las dos últimas décadas (de 1997 a 2019). Este trabajo detecta las tendencias en auge en empleo y ello permite localizar a los colectivos más amenazados por la automatización. El objetivo último es impulsar la recualificación de esa fuerza laboral amenazada.
La premisa de este trabajo es que la automatización está modificando de manera radical el mercado de trabajo. Destruye empleos tradicionales al tiempo que crea otros nuevos. Pero las nuevas ocupaciones demandan nuevas competencias y en el tránsito algunos colectivos de trabajadores quedan descolgados, creando nuevas brechas en el mercado laboral. La polarización, que amenaza con la desaparición de la clase media trabajadora, se produce porque se priorizan los empleos no rutinarios, de alta y baja cualificación, en detrimento de los trabajos rutinarios de cualificación media.
Los varones que superan la mediana edad son el colectivo en mayor riesgo de exclusión. El 24% de los empleados mayores de 45 años se encuentra en el grupo de ocupaciones en declive. La brecha de género es clara, solo un 10% de las trabajadoras aparece en esa situación. Otro dato que aporta el estudio: un 40% de las trabajadoras menores de 45 años desempeña ocupaciones en claro auge.
Brecha de género
Esta brecha tiene varias explicaciones. En primer lugar, son sobre todo hombres quienes trabajan en ocupaciones rutinarias en declive, más automatizadas y por tanto más susceptibles de ser sustituidas por un robot. Es el caso de artesanos, trabajadores de las industrias manufactureras y la construcción, operadores de instalaciones y maquinaria, entre otros.
Por otro lado, el esfuerzo formativo realizado por las mujeres en los últimos años para integrarse en el mercado laboral ha facilitado que fueran adquiriendo competencias cognitivas, útiles para desempeñar tareas abstractas y difícilmente automatizables. Precisamente estas son las ocupaciones que ahora son más demandadas.
Evolución del empleo
En cuanto a la evolución del empleo en lo que va de siglo, el estudio se resume en tres grandes conclusiones. La primera, que las ocupaciones que mayor empleo están absorbiendo en España, a la vez que su demanda crece, son aquellas que requieren interacción y presencia, sin requerir un nivel de cualificación elevado: comerciantes y vendedores de tiendas y almacenes; limpiadores y asistentes domésticos de hoteles y oficinas; empleados de servicios de información al cliente.
En el lado opuesto, es decir, ocupaciones con un mayor crecimiento en la demandada, pero que absorben menos empleo, aparecen las que requieren una mayor cualificación: técnicos y profesionales científicos e intelectuales; técnicos y profesionales de apoyo; directores y gerentes.
En el tercer lugar aparecen los empleos que, si bien ocupan a un gran número de trabajadores, han visto su demanda frenarse o decrecer progresivamente desde finales del siglo anterior: trabajadores de las industrias manufactureras y la construcción, artesanos y ocupaciones elementales.
Competencias del futuro
El estudio de Cotec e Iseak describe las competencias más valoradas por el mercado laboral en función del número de trabajadores que las utilizan, a cómo han evolucionado y a la variedad de empleos en las que son necesarias. Así aparecen dos competencias esenciales en casi todos los empleos: cumplir las directrices jurídicas y organizativas, así como cumplir los procedimientos de salud y seguridad.
Un segundo grupo de competencias, cuya demanda está muy en auge. Son competencias muy humanas, como coordinar actividades; presentar información general; prestar asesoramiento y consultoría; desarrollar redes o relaciones profesionales; desarrollar soluciones; trabajar en equipo; o escuchar y formular preguntas. Son estas competencias cognitivas, que requieren pensar, coordinarse y trabajar en equipo, lo que las hace poco automatizables, pero a la vez son complementarias a la automatización, puesto que se hacen más necesarias a medida que las máquinas se ocupan de las tareas rutinarias.
También son competencias valoradas las que requieren cierta especialización, como mantener registros operativos; hacer seguimiento, inspecciones y ensayos de equipos, sistemas y productos; hacer seguimiento de actividades operativas, recopilar información procedente de fuentes físicas o electrónicas; gestionar y analizar datos digitales; o hacer seguimiento de seguridad y protección.
En el otro extremo, el de las competencias en declive, destacan las de manipular y mover; construir; y trabajar con maquinaria y equipo especializado, cuya tendencia decreciente está sin duda relacionada con la automatización.
El empleo por territorios
En cuanto al análisis por territorios, Madrid es la región donde existen más empleos en auge (41%), debido a que atrae un gran tejido de empleos de alta cualificación, para los que se necesitan competencias con mejores valoraciones, según recoge el trabajo. Le siguen Cataluña, Asturias y el País Vasco, donde más de un tercio de sus empleos se desarrolla en ocupaciones emergentes.
Por el contrario, Castilla-La Mancha y Extremadura son las comunidades autónomas con mayor amenaza de exclusión ante los empleos del futuro. Más del 20% de las personas ocupadas en ambos territorios trabajan en empleos en declive.
El estudio se basa en el análisis de dos bases de datos: una de la Comisión Europea y de reciente creación, ESCO (European Skills, Competences, Qualifications and Occupations, por sus siglas en inglés), y la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
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