Un Data Scientist o científico de datos es un profesional que aporta un gran valor a las organizaciones en las que trabaja. Por este motivo es uno de los perfiles más buscados por parte de las empresas españolas y en la actualidad, se ha convertido en una profesión para la que no existe el paro. Ya en 2012, cuando la disciplina todavía estaba emergiendo, se hablaba de este empleo como uno de los que más éxito tendrán en el futuro en todos los países y la predicción se está cumpliendo. Su demanda creció en 2020 más de un 40% con respecto al año 2019, y lo que ha supuesto que sea una profesión en la que hay pleno empleo.. Además, es una de las profesiones mejor pagadas, rozando los 30.000 euros de salario medio de primer empleo y llegando a alcanzar los 80.000 en los perfiles senior.
Generamos una gran cantidad de datos en el día a día al usar el móvil, las redes sociales e Internet. A medida que se van digitalizando procesos, en toda la cadena de valor y la experiencia del cliente, se producen infinidad de ellos con potencial de extraer información e insights para mejorar el impacto en los consumidores, optimizar los modelos de negocio, para automatizar operaciones y para tomar mejores decisiones. Y esto no sólo aplica a las empresas, sino también a sectores estratégicos como la salud, la educación, las instituciones públicas.
El problema es que los datos no sirven de nada si no se sabe acceder a ellos, extraer y organizar e interpretar la información. Además, hoy en día es posible generar valor a partir de la esta información, no solo a través de la toma de decisiones que se puedan tomar teniendo en cuenta dichos datos, sino generando modelos de inteligencia artificial y aprendizaje automático. Para todo ello las empresas cuentan con los Data Scientist. Su función consiste en poner en valor y dar sentido a esos grandes volúmenes de datos, la mayor parte de ellos desorganizados y desestructurados, y extraer información relevante para que empresas y organizaciones puedan tomar decisiones de mejora de negocio e identificar patrones de comportamiento. Cometidos tan relevantes que explican que año tras año, los científicos de datos estén en los rankings americanos que describen los mejores empleos, ocupando siempre alguna de las tres primeras posiciones.
Según explica Iker Arce, CEO de The Bridge, esta profesión está indicada para los amantes de la lógica, los números y la programación, pero esto no quiere decir que no sea un empleo que puede aprender cualquier persona. También comenta que es un trabajo denso, pero no por ello aburrido. “Se pueden pasar varias horas al día frente a una pantalla, pero los desafíos que entraña un proyecto de data science o análisis de datos son muy estimulantes y hasta adictivos; y los hallazgos a través de análisis y algoritmos, y la generación de modelos de inteligencia artificial pueden tener un impacto notorio en la empresa, los clientes y posiblemente la sociedad. La recompensa que se genera en la satisfacción y realización personal del profesional y el conocimiento del negocio y posibilidades de carrera profesional son muy altos” afirma.
Y es que un científico de datos es capaz de, por ejemplo, perfeccionar una aplicación, a través del análisis de sus usuarios, impulsar las ventas de una empresa, detectar y evitar la pérdida de clientes, hasta incluso vaticinar los resultados de un nuevo producto mediante el Machine Learning y la predicción de comportamientos.
Para el CEO de The Bridge existen ciertas habilidades “soft” que este profesional debería tener. En este sentido destaca que debe ser capaz de traducir todas las investigaciones y los datos a un lenguaje claro, con el que después consiga trasladar su mensaje y persuadir, no solo a su equipo o su empresa, sino a los clientes que tenga. En este sentido, destacará la capacidad de comunicación y el pensamiento crítico que tenga.
Al margen de estos, debe tener interés en materias como las matemáticas, la codificación de datos y la escritura de código informático. “Pero lo más importante es la capacidad para aprender”, comenta Iker Arce. Ya que este es un empleo en el que hay que adaptarse constantemente a las nuevas herramientas y tecnologías, que aparecen y mejoran constantemente. “Es por tanto un desafío continuo muy estimulante para el desarrollo profesional” añade. Y es que convertirse en Data Scientist, permite participar en la resolución constante de problemas; tener la oportunidad de participar en la construcción de algo que funcione mejor que lo que se tiene, crear procesos no se habían logrado nunca.
Por último, Iker Arce comenta que una de las mejores formas de adquirir los conocimientos necesarios para convertirse en un Data Scientist es a través de los bootcamps. Se trata de programas intensivos de alto rendimiento centrados en el entrenamiento en las habilidades que las empresas están buscando. Esto supone poder formarse de manera rápida, ágil y sobre todo de una manera muy enfocada a cubrir las necesidades de los mercados actuales, algo que sin duda es la mejor opción para aumentar la empleabilidad de los estudiantes.
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