El paso de la pandemia no ha dejado a nadie indiferente y, como consecuencia de ello, el optimismo de los trabajadores en todo el mundo se ha visto afectado. Así queda reflejado en «People at Work 2021: A Global Workforce View», el último estudio elaborado por ADP® Research Institute.
La encuesta, realizada a más de 32.000 trabajadores de 17 países, incluido España, analiza el impacto de la pandemia en los empleados durante el último año, y sirve como barómetro para conocer cómo se siente la fuerza laboral a nivel global y cuáles son las perspectivas de los trabajadores para el futuro.
Entre las principales conclusiones obtenidas destaca que el 86% de los trabajadores afirma sentirse optimista para los próximos cinco años en el lugar de trabajo, lo que supone un descenso con respecto al 92% que decía lo mismo antes de la COVID-19. Otro dato relevante es que los encuestados afirman que la crisis sanitaria tendrá un impacto más positivo que negativo en cuestiones referentes a la obtención de mayor flexibilidad laboral y al desarrollo de sus capacidades. Más de la mitad de los trabajadores cree que se beneficiarán de ambas cosas en los próximos tres años.
En cuanto a la posibilidad de la pérdida de trabajo actual, más de la mitad de los encuestados afirman estar muy seguros de poder encontrar otro trabajo que ofrezca el mismo o mejor salario (52%), mayor flexibilidad (53%) u obtener una mayor satisfacción laboral (56%), que en el trabajo actual.
Preocupación por la salud financiera y laboral
El informe también indica que el malestar de los empleados en torno a la seguridad financiera y laboral ha dominado sus pensamientos desde que se inició la pandemia. De hecho, el 85% de los trabajadores encuestados afirma haber tenido preocupaciones sobre su seguridad financiera o laboral.
Estos temores son comprensibles ya que casi dos tercios (64%) afirman haberse visto afectados profesionalmente debido a la COVID-19. Más de una cuarta parte de los encuestados (28%) ha perdido un puesto de trabajo o ha sido despedido temporal o definitivamente por su empresa. Y casi uno de cada cuatro tuvo que bajar su sueldo (23%), mientras que una proporción similar (22%) redujo sus horas o responsabilidades.
Según Georgina Soca, responsable de Recursos Humanos de ADP para el sur de Europa, «a pesar de todas las presiones sufridas durante la pandemia y la falta de claridad sobre cuánto tiempo durará su impacto, el sentimiento de los trabajadores sigue siendo optimista y hay una confianza generalizada sobre las perspectivas de futuro. Aunque se han vivido momentos muy complicados y muchas personas se han visto afectadas profesionalmente por la pandemia, también hemos visto, a nivel general, un sentimiento optimista en lo que respecta al mundo del trabajo. Especialmente en lo que se refiere a la aceleración del cambio hacia modelos de trabajo flexibles o a la posibilidad de que los trabajadores desarrollen nuevas habilidades que los sitúen en una buena posición para «el nuevo escenario» a medida que la economía global se recupere.
«Es comprensible que la seguridad laboral o financiera se sitúe en primer plano para muchos, y sus preocupaciones reflejan, por desgracia, la realidad. En un año en el que muchas empresas han tenido que cerrar temporal o permanentemente o alterar significativamente sus operaciones, los efectos de la interrupción y la incertidumbre en la mano de obra han sido profundos. El reto ahora para los empresarios y los equipos de RR.HH. es encontrar la manera de aprovechar los aspectos positivos y aliviar, en la medida de lo posible, los negativos para garantizar que el personal se mantenga optimista, motivado y capacitado para hacer bien las cosas en el futuro.«
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