En un contexto de incertidumbre e inestabilidad económica, uno de los principales retos que deben afrontar las empresas es la adecuada gestión de sus plantillas. Los sucesivos cambios legislativos en materia laboral les obligan a adaptase rápidamente, buscando siempre la alineación con sus objetivos de negocio. En este marco, Mercer ha organizado un encuentro virtual en el que poder conocer de primera mano la visión de la CEOE en materia laboral, además de compartir experiencias de varios responsables de grandes empresas.
Rosa Santos, Directora de Relaciones Laborales de CEOE, comenzó el encuentro desgranando el contexto en el que nos hemos movido en este último año y cuáles son los retos por venir: “2020 ha sido un año complicado para todos, con cambios constantes en la legislación, en el que las empresas han tenido que transitar con más de 3.000 normas que les han afectado de alguna manera, 30 decretos leyes, más de 500 reales decretos, además de 2.000 normas de ámbito autonómico”.
Y por ello, para Santos existen nuevas realidades del trabajo como consecuencia de la digitalización, de los objetivos de desarrollo sostenible, de la conciliación o la flexibilidad. “Y esto genera grandes desafíos entre las empresas acerca de su capacidad de adaptación en un contexto normativo que ha demostrado no ser demasiado flexible. El gobierno se ha comprometido con Europa a llevar a cabo dos reformas estructurales inevitables, la de las pensiones y la del mercado laboral, vinculados a la llegada de los 140.000 millones de euros de ayudas”.
Por último, la responsable de la CEOE cree que la pandemia ha traído cambios en el fortalecimiento de los recursos humanos y de las relaciones laborales que se mantendrán en el tiempo: “el teletrabajo más allá de una medida sanitaria; los ERTES más flexibles como alternativa a los despidos; nuevos sistemas de protección social para los autónomos; formación continua durante toda la vida laboral; o un alargamiento de la vida laboral”, cita a modo de ejemplo.
Tras esta intervención, se inició una mesa redonda donde se debatió cómo ha afectado la actual pandemia al mercado laboral y cómo se han llevado a cabo en sus respectivas empresas los procesos de desvinculación.
Pedro Casaño, consejero independiente del Grupo JSP y experto en RR.HH, comenzó poniendo en contexto la situación actual: “En 2020 España ha perdido 11 puntos del PIB. La pandemia no ha afectado por igual a todas las empresas sino a algunos sectores; medicina, nuevas tecnologías, salud, industria y venta online han salido más fuertes de esta crisis mientras sectores como restauración, gimnasios o turismo han caído. Las empresas tenemos que comenzar de nuevo a competir y no nos queda más remedio que ajustar los salarios y dotar de mayor flexibilidad la organización laboral”. Casaño cree también que va a crecer el emprendimiento en mayores de 50 años, la llamada Silver Generation, y que el teletrabajo ha venido para quedarse, pero en un modelo hibrido. “La recuperación va a ser lenta, pero poco a poco iremos saliendo”, agregó.
En cuanto a cómo se han desarrollado los procesos de desvinculación, Rossella Truant, Responsable de Relaciones Laborales Europa en GE Renewable Energy, cree que en general se han hecho de la mejor forma posible y que ahora más que nunca es muy importante acompañar a las personas en la salida. “Si hay que hacer desvinculaciones hay que hablar mucho con las personas, haciéndoles ver lo que va a pasar o puede pasar. Siempre hay que tener en cuenta no sólo el que se va, sino la plantilla que se queda ya que impacta muchísimos en la motivación de los que se mantienen en la compañía. Esto es lo que llamamos “la buena empresa”, aquella que sabe gestionar el proceso desde la incorporación, incluso la selección, hasta la salida de los empleados, sea cual sea la razón de esa salida”.
Casaño por su parte cree que es básico modular los tipos de soluciones para las desvinculaciones: desde las más sencillas como las congelaciones salariales o evitar nuevas contrataciones, hasta prejubilaciones, pasando por otras medidas como bajas incentivadas, ERTES de fuerza mayor, ERTES etop, despidos selectivos y, si ya no queda más remedio, ERES de extinción. “Cuando pase la pandemia, habremos adquirido un mayor nivel de experiencia y seremos mucho más resistentes, no solo como empresa, sino también como sociedad”.
Los comentarios están cerrados.