La crisis sanitaria ha provocado un fuerte repunte del paro en la construcción. Según los datos del Ministerio de Trabajo, fue la actividad económica donde más subió el desempleo durante el pasado mes de diciembre, tanto en términos porcentuales como en absolutos.
En concreto, el paro registrado aumentó en 18.496 personas (6,17%), mientras que en la industria se incrementó en 9.885 personas (3,24%) y en servicios, en otras 8.134 (0,30%). Agricultura fue el único sector en el que se redujo el número de personas inscritas en los Servicios de Empleo Público Estatal en el último mes, con un descenso de 1.311 personas (-0,71%).
Tras este repunte, el desempleo en el ladrillo termina el año en 318.155 personas y firma su peor dato de un mes de diciembre desde 2016. A lo largo de 2020, un año marcado por el covid-19, el sector ha registrado un aumento del paro de 44.133 personas o, lo que es lo mismo, del 16,1%. Desde los mínimos de la recuperación marcados en junio de 2019 (248.504 parados), el repunte se acerca a las 70.000 personas. Así, en el último año y medio el número se ha disparado un 28%.
Ahora bien, si miramos los datos mensuales descubrimos que el número de desempleados en la construcción se encuentra en máximos desde mayo, el mes en que empezó el desconfinamiento por fases que planteó el Gobierno para las comunidades autónomas, y sigue por debajo del pico marcado en abril, en pleno estado de alarma, cuando llegaron a contabilizarse más de 344.000 parados en esta actividad. Además, no podemos olvidar que a principios de 2012, con España al borde del rescate internacional, el ladrillo llegó a acumular más de 800.000 personas sin empleo.
Otra lectura positiva la podemos extraer de las cifras de la Seguridad Social. Y es que el año de la pandemia sanitaria se ha saldado con un leve repunte de los cotizantes vinculados al sector de la construcción: si a cierre de 2019 había 1,26 millones de personas dadas de alta en el sistema, a cierre de 2020 se registraron 1,263 millones. Es decir, que en el último año el número de cotizantes a la Seguridad Social en la actividad ha aumentado en unas 3.580 personas. Se trata del dato más alto desde febrero, justo antes del decreto del estado de alarma-
Sin embago, como sucedió con el paro, el ladrillo fue la actividad que peor se comportó en diciembre. Según los datos del Ministerio de la Seguridad Social, registró la merma más acusada, al registrar un descenso de los afiliados del 2,23%; seguido de la hostelería, donde el número de cotizantes se redujo un 1,85%.
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