El Consejo General de Economistas de España (CGE) y el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) han presentado hoy el estudio titulado Impacto económico de la COVID-19 sobre la empresa, que han elaborado ambas organizaciones con la colaboración de FAEDPYME, y que recoge información proveniente de una encuestarealizada a 1.225 empresas españolas, a 670 firmas y despachos profesionales de Economistas y 492 de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales, lo que arroja un total de prácticamente 2.400 respuestas válidas.
En la presentación han participado los dos máximos representes del CGE y del COGITI, Valentín Pich, presidente del primero, yJosé Antonio Galdón, del segundo; así como con los co-directores del Informe: Salvador Marín –presidente de la EFAA for SMEs y director de la Cátedra EC-CGE–Domingo García Pérez de Lema, de FAEDPYME;, y Francisco Javier Martínez, vicepresidente de Economistas Contables (EC) –órgano especializado en contabilidad e información financiera del CGE–.
Todos ellos han coincidido en resaltar la importancia de este estudio empírico ya que, al haberse obtenido respuestas de una muestra tan significativa de empresas de diferentes tamaños, tipologías y sectores de toda la geografía española, se puede hacer una radiografía del impacto de la crisis generada por coronavirus en el empleo, las ventas, las finanzas y otros indicadores económicos y financieros de las empresas de nuestro país, así como definir las medidas que éstas demandan para favorecer la salida de la crisis. Este informe –según las entidades que lo han elaborado– pretende ser de utilidad a las empresas y a los distintos agentes económicos y sociales, facilitando información para la planificación de las estrategias a seguir, tanto para la gestión de la empresa, como de cara al establecimiento de políticas públicas que puedan dirigir convenientemente sus programas de actuación.
Para el presidente del CGE, Valentín Pich, “desde el CGE y el COGITI hemos considerado oportuno abordar un estudio basado en la experiencia directa de las empresas, mediante la elaboración de una encuesta que nos permita conocer de primera mano el impacto de esta pandemia en los negocios y los cambios que esta situación ha provocado en su quehacer diario y en sus estrategias de futuro”. Y, en este sentido –ha señalado Pich– “es importante destacar que las empresas, además de solicitar mayoritariamente medidas normativas del tenor de reducción de cuotas a la Seguridad Social, bajada de impuestos y flexibilidad laboral –aspectos estos que son aún más demandados por las empresas acogidas a un ERTE–, también vienen a reclamar medidas estratégicas y de reactivación, entre ellas, ayudas o planes para inversiones productivas, de estímulo a los consumidores y para la digitalización, tanto del lado de la oferta como de la demanda”. A este respecto, Valentín Pich ha propuesto una medida concreta en relación a la Declaración del Impuesto sobre Sociedades 2019: hacer una deducción por inversiones relacionadas con el teletrabajo.
Así mismo, el presidente de los economistas ha aseverado que “encuestas como ésta, con tal grado de representatividad, deben marcar el horizonte, ya que las empresas, así como las firmas y despachos que han participado, están en contacto permanente con el mercado y el consumidor, y han venido a poner en el centro del debate aquellos temas que más les preocupan e inquietan; entre ellas, que las empresas que se han acogido a ERTES son las que se más parecen necesitar seguir contando con un apoyo adicional y claro desde el lado de la economía productiva”.
Por su parte, el presidente del COGITI, José Antonio Galdón, también ha mostrado su preocupación por los datos en relación al empleo y a la maltrecha situación económica de las empresas, “que no cabe duda que están necesitadas de estímulos y políticas fiscales y laborales, acordes a la situación excepcional que estamos viviendo”. Según Galdón, “esta circunstancia hace peligrar la competitividad e incluso la supervivencia de muchas compañías, incluso en sectores tan importantes para un país como es el de la industria, donde la crisis también se ha dejado sentir”. Por ello, a tenor de los resultados de la encuesta, el presidente del COGITI considera imprescindible “establecer medidas para reactivar e impulsar el sector industrial, mediante la aplicación de tres programas: un Plan de emprendimiento industrial de alta innovación tecnológica, un Plan de transformación industrial, y un Plan de Innovación y modernización de las pymes industriales.
En la presentación también han intervenido los tres co-directores de este estudio: Salvador Marín, Domingo García Pérez de Lema y Francisco Javier Martínez García, quienes han destacado que “el impacto en la caída de las ventas y el empleo ha sido descomunal, así el 88,3% de las empresas estima que han visto reducidas sus ventas como consecuencia de la crisis, y la reducción se sitúa en un -43,4%; por el lado del empleo, el 35,7% de las empresas vieron disminuir el número de sus trabajadores”.
Junto a las variables de ventas y empleo, así como financieras y de efectos en la internacionalización, García, Marín y Martíneztambién han resaltado que “este estudio aporta datos muy interesantes desde el ámbito del impacto en la organización de la empresa, actividades financieras y estratégicas, y desde el de medidas para favorecer la salida de la crisis”. En este sentido –han señalado–, “desde el ámbito del estímulo de los mercados, la medida considerada más relevante por los encuestados es potenciar las ayudas para la digitalización de clientes y consumidores; desde la competitividad, las medidas relacionadas con las ayudas a la digitalización de las empresas; y, en el ámbito financiero, los encuestados opinan que existe necesidad de estimular el crecimiento con ayudas a la inversión”. Por último, han señalado que “en el ámbito normativo, ante un escenario de incertidumbre económica y de posible reducción de los ingresos, las empresas solicitan –en una escala de 1 a 5– la reducción de las cuotas que abona la empresa a la seguridad social (4,04), la reducción de los impuestos (3,99) y la flexibilidad laboral (3,98), todo ello con matices y diferencias entre sectores y tamaño de empresas que está muy detallado en el estudio, pero con una misma clara tendencia que se aprecia y que es que las empresas prevén que el segundo semestre de 2020 y 2021 seguirá en registros desfavorables, con mayor impacto en las empresas acogidas a ERTE y las de menor tamaño”.
Los comentarios están cerrados.