El coronavirus está afectando gravemente a la economía española y ello repercute en el mercado laboral. Si hace unas semanas hablábamos de unos datos de paro excepcionalmente negativos, hoy hablamos de un enorme bajón en la contratación. Si bien los porcentajes y estadísticas no llegan a su mínimo histórico, el número de contratos firmados en nuestro país en el mes de marzo fue de 1.256 millones, un 26,5% menos que en el mismo mes de 2019. Se trata pues de la menor cifra en el mes de marzo, un mes tradicionalmente positivo para empleo debido a la Semana Santa, desde 2014.
Con respecto a marzo de 2019, se han realizado casi 500.000 acuerdos laborales menos -el citado 26,5% de descenso- mientras que si miramos a 2018 la caída es del 23% y del 16% respecto al mismo momento del año en 2017.
El coronavirus tiene ‘la culpa’ de este gran bajón en la contratación. Y es que mirando a enero y febrero, que habitualmente son los meses más flojos en cuanto al empleo y los nuevos contratos, se ha producido un descenso del 28% y el 21% respectivamente, superando con holgura el millón y medio de contrataciones en ambos periodos.
Desde el Gobierno ya anticiparon hace unas semanas que el mes de mazo se había iniciado de manera excepcional respecto a la contratación pues en los primeros diez días se habían registrado más de medio millón de contratos. De haber seguido esa tendencia durante las cuatro semanas, todo indica a que se podría superar el registro del marzo anterior. Pero el mercado laboral y las empresas se han topado de bruces con ‘una pared’ llamada COVID-19.
La temporalidad, la que más sufre en la crisis
La temporalidad es el tipo de empleo que más sufre con las crisis económicas y no iba a ser diferente con el coronavirus, más si cabe en un país con una masiva presencia de contratos temporales. De hecho, los datos de marzo reflejan una gran destrucción del empleo temporal, pues dos de cada tres empleos destruidos eran temporales, con un descenso del 14,47% frente al menos del 2% en la contratación indefinida.
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