El perfil de camarero profesional y formado es una figura cada vez más demandada en la hostelería, abandonando la creencia tradicional de que se trata de una actividad a la que se puede acceder sin una titulación oficial y sin una formación tan específica. Hoy el sector requiere profesionales más completos, con conocimientos especializados, que les convierten en una pieza fundamental a la hora de ofrecer un servicio y en el trato con el cliente.
Si bien la hostelería es la segunda actividad que más empleo generó entre los jóvenes en el primer trimestre del año, con 349.600 contrataciones, según el último Informe Jóvenes y Mercado de Trabajo de junio de 2019 elaborado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, la profesión de camarero está experimentando un cambio hacia un profesional de sala, cada vez más sofisticado, con más formación y habilidades específicas (coctelería, summiller…), capaz de conectar mejor con el público al que se dirige.
Desde hace 5 años, Fundación Mahou San Miguel trabaja para fomentar la profesionalización del sector, impulsando la formación oficial a través de su programa `Creamos Oportunidades en Hostelería´. Una iniciativa social dirigida a jóvenes en desventaja social que se apoya en una formación adicional, única y diferencial, que incluye masterclass complementarias con profesionales del sector (beer sommeliers, baristas, cocteleros, entre otros) y cursos de especialización en idiomas, comunicación y otras habilidades, facilitando el acceso de estos jóvenes a un sector que se encuentra en constante transformación.
Para profundizar en estas necesidades que tiene el sector de la hostelería a la hora de encontrar buenos profesionales, la Fundación Mahou San Miguel ha realizado una encuesta entre los profesores y hosteleros que participan en el programa `Creamos Oportunidades en Hostelería´, analizando las cualidades que debe tener un buen profesional de sala. Estas son las 5 más valoradas:
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