La Fundación Adecco ha encuestado a 800 trabajadores, entre 18 y 66 años, con el objetivo de evaluar el grado de inclusión y de normalización de la discapacidad en la sociedad contemporánea, identificando factores que perpetúan la discriminación y lastran el avance hacia una sociedad libre de barreras. En dicha encuesta, la principal conclusión extraída es que la mayoría de trabajadores españoles nunca han tenido un compañero con discapacidad, en concreto el 75% de los sondeados, un dato que deja muy a las claras la evolución que debe tener nuestra sociedad, especialmente en cuanto a la inclusión laboral.
Debido a ello, la Fundación Adecco desglosa los factores clave de discriminación que se convierten en frenos hacia la plena inclusión de personas con discapacidad, así como recomendaciones para normalizar la discapacidad en entornos laborales:
Desconocimiento, indiferencia, prejuicios y sobreprotección
- Desconocimiento: La ausencia de conocimiento y experiencias con personas con discapacidad ocasionan inseguridad y actitudes discriminatorias inconscientes. La información, la formación y el diálogo son la mejor herramienta para combatirlo.
- Indiferencia. La actitud de pasividad con la que, en ocasiones, la sociedad se muestra hacia discapacidad, les convierte en invisibles. En efecto, el entorno sigue mostrándose indiferente hacia sus retos, dificultades y necesidades. El compromiso y la implicación de todos es la llave que cierra las puertas de la indiferencia.
- Prejuicios. La valoración y juicios anticipados basados en la tradición y los estereotipos, provocan una estimación superficial de las personas que solo conduce a la discriminación y la exclusión. La formación, la sensibilización, la implicación y la empatía, conducen a la normalización y, por tanto, a ver a las personas y no su discapacidad.
- Sobreprotección. Es un factor que se produce, sobre todo, en el entorno familiar, pero también se observa en el profesional. Tratar a las personas con discapacidad con condescendencia o excesiva protección dificulta su proceso de aprendizaje y desarrollo profesional, lo que les conduce a situaciones de discriminación positiva. La sensibilización y la educación en valores desde edades tempranas, contribuyen decisivamente a mitigar las reacciones de sobreprotección.
Consejos para normalizar la discapacidad en entornos laborales
Son numerosos los obstáculos a los que debe hacer frente una persona con discapacidad en su día a día. Como hemos analizado, la indiferencia, los prejuicios, la sobreprotección o la discriminación son algunos de ellos. Otro, no menos importante, es el desconocimiento. En los entornos laborales, este desconocimiento puede obstaculizar la incorporación de las personas con discapacidad, especialmente cuando ésta es muy visible y evidente. Por ello, resulta fundamental normalizarla y derribar barreras y estereotipos. He aquí algunas recomendaciones:
1. Cuida el lenguaje
Elimina palabras como “discapacitado” o “minusválido”: apuesta por persona con discapacidad, pues se pone el foco en el sujeto (persona) en lugar de en una condición de la misma. Del mismo modo, es fundamental desechar la palabra “normal” cuando nos referimos a personas sin discapacidad. Recuerda que una persona con discapacidad está completamente dentro de la normalidad.
2. Pregunta las dudas que puedan surgir, si es necesario
Es mejor preguntar las dudas que te puedan surgir a no acercarte a la persona con discapacidad por no molestar o importunar, pues podría parecer rechazo o desinterés. Sin embargo, es importante no centrar todas las conversaciones en torno a este tema. No olvides que la vida de una persona con discapacidad no gira únicamente en torno a la misma, sino que tiene aficiones, opiniones y gustos.
3. No des por hecho que necesitan ayuda constante
La tendencia a la sobreprotección se hace especialmente patente en los entornos de trabajo, donde las personas desempeñamos tareas y asumimos responsabilidades. En muchas ocasiones, damos por hecho que los trabajadores con discapacidad no van a ser capaces de afrontarlas o van a encontrar dificultades añadidas. No está mal preguntar si necesitan algún tipo de apoyo o mostrarnos disponibles y abiertos, cuando la persona se incorpora inicialmente. Pero es un error ofrecer constantemente nuestra ayuda, pues podría parecer que estamos subestimando a la persona y cayendo en la conmiseración.
4. Facilita su relación con otros compañeros de trabajo
Incluye a la persona con discapacidad en todos los planes de ocio que puedan surgir, dentro y fuera del horario laboral: es erróneo presuponer que no podrán disfrutar de ellos.
5. Respeta su espacio personal, sobre todo en discapacidades físicas
Los elementos de apoyo que emplean (sillas de ruedas, muletas, etc.) no son de uso público, sino que pueden llegar a considerarlos extensiones de su cuerpo. Tocarlos podría resultar peligroso o invasivo.
6. Trata a las personas con discapacidad intelectual de acuerdo a su edad
Para ello hay que dejar que hagan y traten de hacer solas todo aquello que sea posible. Si les damos hechas sus tareas, no estaremos ayudándoles, sino reforzando su dependencia.
7. No hables de forma excesivamente pausada y alta
Salvo que la persona con discapacidad te indique que tiene problemas auditivos, emplea un tono y ritmo de habla normal
8. No saques conclusiones de experiencias aisladas
Es erróneo meter a todas las personas con discapacidad en el mismo saco. Cada una es única y una experiencia desfavorable no determina cómo serán el resto.
9. Apuesta por la empatía, ¡siempre!
Una de las claves para tratar correctamente a una persona con discapacidad es ponerse en su lugar, respetar sus diferencias y reflexionar acerca del modo que nos gustaría que nos trataran si estuviéramos en su situación. El sentido común es el mejor aliado.
10. Apoya y participa en las actividades de voluntariado corporativo
Si tu empresa te ofrece la posibilidad de participar en voluntariado corporativo con personas con discapacidad, súmate a la causa. Tendrás la oportunidad de eliminar multitud de prejuicios y de contribuir a generar un entorno sensible y abierto a la discapacidad. Si no tienes la posibilidad de participar en este tipo de voluntariados en la empresa siempre puedes proponerlo, si existe buzón de sugerencias, o buscar actividades de esta índole fuera del entorno de trabajo.
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