Con su floreciente economía y una población que casi duplica a la de los Estados Unidos, América Latina continúa siendo la principal región estratégica para España y la Unión Europea. De hecho, se espera que el 76% de las compañías españolas aumenten este año sus inversiones en la región, según el informe de IE University.
España invirtió 9.662 millones de euros en 2018, según los últimos datos disponibles en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, lo que supone un 15% del total de la inversión extranjera. Hoy en día, las empresas españolas son líderes en la región en sectores como las telecomunicaciones.
La actividad es cada vez mayor en Chile, Perú y Colombia, gracias a la confianza y expectativas de crecimiento que generan. Esto supone un imán para las firmas españolas con afán de emprender el proceso de internacionalización. Dado que la situación migratoria de cada país es diferente y las políticas migratorias y sociales suelen ser diversas, EMS – Employee Mobility Solutions ha querido analizar las claves para la movilidad del talento entre estos países:
Perú
Perú se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para la inversión española. Es por ello, que se muestra como país seguro para la contratación de empleados. Sin embargo, estos procesos resultan muy lentos debido a la falta de automatización, lo que supone una llegada a cuentagotas de profesionales cualificados. Otro reto para los expatriados es la desconfianza por parte de algunos propietarios de ceder sus inmuebles a ciudadanos extranjeros. La implantación de un sistema de apoyo a modo de red, que sirva de aval a los nuevos ciudadanos extranjeros que se asienten en el país, se hace cada vez más necesario. Destacar como sectores más demandados en el país inca los servicios financieros (26%), telecomunicaciones (21%) y extracción de petróleo y gas natural (15%).
Colombia
La inversión en Colombia ha ido creciendo en los últimos años y esto se ha visto favorecido por un crecimiento del flujo de extranjeros, aunque aún no alcanza el 1% de la población total. La baja presencia repercute en la falta de infraestructuras y sensibilidad general para recibirlos. La normativa migratoria sigue siendo muy estricta y poco flexible, lo que no ayuda a fomentar el intercambio con otros países. Por otra parte, la oferta inmobiliaria es amplia, pero muy cara y carente de infraestructuras, lo que les resta protagonismo frente a otros destinos. Además, los impuestos son muy elevados para los empleados, lo que frena la competitividad e incrementa encarecidamente los costes laborales para poder atraer extranjeros.
Chile
Respecto a Chile, es un país que aúna las condiciones óptimas para realizar una asignación internacional. Todo esto se ha visto favorecido por la estabilidad política y económica, así como por las condiciones de seguridad que proyecta el país chileno. Son determinantes las inversiones destinadas a las actividades de programación y consultoría, así como servicios financieros y construcción. Por otra parte, el creciente auge inmobiliario producto de la estabilidad económica del país, ha traído consigo una amplia oferta de viviendas. Sin embargo, el principal escollo es el alto coste de la vivienda para los expatriados. No obstante, se trata de un mercado muy ágil, de fácil acceso para extranjeros con contratos de trabajo.
Ana Gazarian, CEO de EMS, sostiene que “cada país tiene unas particularidades legislativas y de procesos migratorios que pueden resultar muy complejos. Es crucial contar con el conocimiento de expertos locales que nos ayuden a tramitar la movilidad de empleados de la manera más eficaz, especialmente en unos países en constante crecimiento y cambio,que siguen siendo una gran oportunidad para las empresas españolas”.
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