El último dato de la EPA del cuarto trimestre de 2018 arrojó el mejor dato de ocupación desde hace diez años. Esta recuperación en términos de empleo se ha visto reflejada en otros indicadores del mercado de trabajo, como es el caso de las vacantes. La mejoría en el mercado de trabajo también se ha visto plasmada en la curva de Beveridge, que relaciona el nivel de desempleo con el peso de las vacantes respecto a la población activa.
La llegada de la crisis se tradujo en un aumento del paro y en una caída de las tasas de vacantes, desplazándose la curva de Beveridge hacia la derecha, debido a la menor eficiencia del proceso de emparejamiento entre vacantes y desempleados.
La relación entre vacantes y desempleo puede apreciarse también a través del número de vacantes por parado. En el periodo pre-crisis, el gran número de vacantes y las bajas tasas de desempleo hicieron que en el año 2006 hubiera más de 6 vacantes por cada 100 desempleados. La crisis redujo esta ratio hasta 0,7 vacantes por cada 100 desempleados en 2012, y la recuperación económica ha hecho aumentar de nuevo este dato hasta prácticamente 3.
La heterogeneidad sectorial a nivel de las vacantes
Por sectores económicos, existe una gran heterogeneidad en términos de vacantes de empleo por parado:
- El elevado número de vacantes en el sector de Información y Comunicaciones está influenciado por el proceso de transformación digital de la economía, y a la posible falta de perfiles especializados en nuestro país
- Las vacantes en el sector de las AA.PP. se explican parcialmente por la convocatoria de nuevas plazas en los últimos años que no se han cubierto, o por los puestos para trabajadores interinos o sin plaza fija que quedan libres debido a la alta rotación.
- Hostelería y Transporte (con 2,4 y 2,3 respectivamente) fueron los sectores que menos vacantes registraron, en relación a los parados.
El papel clave de las ETT
El nivel de penetración de las ETT juega un papel fundamental en este proceso de ajuste entre desempleo y vacantes. En efecto, las ETT facilitan un mejor emparejamiento entre oferentes y demandantes de empleo, reduciendo la incertidumbre, los costes de transacción y las fricciones en el mercado de trabajo:
- Los países europeos que ostentan los mayores niveles de penetración de las ETT presenten a su vez las ratios más altas de vacantes por parado
- Un mercado laboral robusto y dinámico tiende a reducir el desempleo y a aumentar el número de vacantes
- Países con altas tasas de vacantes:
– permiten a los desempleados una mayor capacidad de elección respecto a su futuro empleo dado que pueden escoger el empleo que mejor se adapte a sus competencias entre una mayor oferta disponible
– reduce a su vez el tiempo en desempleo, mientras aumenta la probabilidad de mantener el empleo, cerrándose así el círculo virtuoso entre estas variables
- En países con bajas tasas de vacantes:
– los desempleados disponen de menos capacidad de elección de empleo, debido, por un lado, a la escasez de vacantes, y por otro, a la fuerte competencia por parte de otros parados candidatos al puesto de trabajo (España, Grecia y Portugal)
- Existe una correlación positiva a nivel autonómico entre intermediación de las ETT y la tasa de vacantes por activo
«La nueva problemática: hay dificultad en emparejar trabajadores con las características de los puestos de trabajo disponibles»
La opinión de Andreu Cruañas, Presidente de ASEMPLEO: «El mercado de trabajo español sigue mejorando, como indica que se haya recuperado la tasa de vacantes sobre la población activa de 2006. No obstante, la curva de Beveridge no ha vuelto a su lugar, indicando todavía dificultades en el emparejamiento de trabajadores con las características de los puestos de trabajo disponibles. Esto es una realidad que define la nueva problemática a la que se enfrenta nuestro mercado de trabajo desde hace varios años. Si no se toman medidas concretas, muy cercanas a la realidad que demanda nuestras empresas, puede lastrar, como ya está ocurriendo, la recuperación del empleo y la solución a los problemas estructurales cada vez más difíciles de solventar. En esta tarea las ETT son un elemento activo de asignación eficiente entre demanda y oferta de trabajo, como se observa en la comparación internacional y regional dentro de España entre penetración de la intermediación de las ETT y tasas de vacantes por trabajador difícil inserción».
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