Los registros laborales de febrero se comportan ligeramente peor de lo esperado. La afiliación crece en 69.172 personas (75.000 previstas) y el paro registrado aumenta en 3.279 personas (se esperaba una caída de 6.000) respecto al mes anterior. Durante el mismo mes del año pasado, los afiliados crecieron en 81.000 personas, lo que pone de manifiesto la desaceleración en el ritmo de creación de empleo en nuestro país (la tasa interanual se reduce ocho décimas hasta el 2,86%).
Respecto a la afiliación, la creación de empleo se reduce con respecto al año pasado, como ya se anticipaba. Sin efecto estacional, la afiliación crece en casi 39.000 personas (52.000 personas en el mismo mes del año anterior).
Por sectores, parece que construcción vuelve a aportar al crecimiento del agregado y también acompaña la industria manufacturera, aunque las señales de los indicadores de confianza adelantados de este último sector parecían apuntar a un mal comportamiento de los registros laborales.
Con relación al paro registrado, el aumento de 3.279 personas se traduce en una desaceleración en el ritmo de reducción de la tasa de paro, hasta situarse en el 5,22% en febrero (-5,5% en el año anterior). En términos desestacionalizados, el número de parados se habría reducido en unas 10.000 personas. Además, cabe destacar que el paro registrado no aumentaba en un mes de febrero desde el año 2016.
El número de contratos celebrados apenas crece un 1,6% interanual, lo que denota cierto agotamiento de la creación de empleo en este mes de febrero. Lejos quedan los crecimientos a tasas de doble dígito. Respecto al tipo de contrato, los contratos temporales han crecido un 1,8% en tasa interanual (5,4% el año pasado) y los indefinidos caen un 3,2% (+15,4% el año pasado).
Valoración de ASEMPLEO
Andreu Cruañas, Presidente de ASEMPLEO: «En definitiva, los datos de registros laborales del mes de febrero constatan el agotamiento del ritmo de creación de empleo que ya habíamos anticipado en ASEMPLEO. Si bien la tasa interanual sigue situándose en unos niveles nada despreciables, lo cierto es que los vientos ya no soplan tan a favor como lo hacían hace justo un año. El retraso en la celebración de la Semana Santa este año a mediados del mes de abril, entre otros factores que no acompañan este año (por ejemplo, el bajo precio del petróleo), parecen apuntar a que el 1T19 no será tan bueno como los de años anteriores«.
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