Los salarios, excluyendo los bonos, crecieron un 3,4% anual en el último trimestre del año, lo que supone el mayor ritmo de crecimiento desde 2008 y refleja las dificultades que tienen las empresas para encontrar mano de obra. La tasa de paro se mantiene en el 4%, el nivel más bajo desde 1975.
Las espectaculares cifras del empleo en Reino Unido reflejan un mercado de trabajo a pleno rendimiento pero también las presiones inflacionistas a la que está sometida la economía mientras el Brexit encara su recta final y aumenta el riesgo de una salida caótica de Reino Unido de la Unión Europea.
La economía británica generó 450.000 empleos en 2018 y en los últimos tres meses las personas que encontraron empleo ascendió a 167.000 trabajadores, muy por encima de las previsiones de los 140.000 empleos que esperaba el consenso del mercado. Supone el mayor incremento desde el primer trimestre de 2018.
El ritmo de creación de empleo está desafiando la desaceleración que sufre la economía británica desde la votación del referéndum de 2016. Pero lo que está comenzando a preocupar es la evolución de los salarios que crecieron en diciembre un 3,4%, el aumento más elevado en los últimos diez años.
La referencia es síntoma de que cada vez a las empresas británicas le cuesta encontrar mano de obra. Pese a que la economía y la demanda se ralentiza no pueden ajustar los costes salariales ante la escasez de trabajadores. El aumento de los salarios sin un acompañamiento de la economía genera tensiones inflacionistas y el Banco de Inglaterra ya prepara una subida de tipos para su próxima reunión.
Los puestos vacantes crecieron en el último trimestre del año en 16.000 puestos sin ocupar llevando a un récord histórico de 870.000 plazas que están sin cubrir. Los números coinciden con la caída los trabajadores de la Unión Europea que están abandonando el país. Desde octubre a diciembre descendió en 61.000 personas.
Las malas noticias se van acumulando para Reino Unido mientras la amenaza de un Brexit caótico crece. Ha quebrado la aerolínea británica Flybmi y el fabricante Honda ha anunciado el cierre de su fábrica en el país.
La producción en el sector privado se mantiene gracias a la inversión en la mano de obra, mientras la inversión está paralizada a la espera de los acontecimientos y una posible recesión, señalan los expertos de Bloomberg.
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