El 93 % de los empresarios familiares prevé mantener en 2019 los niveles de empleo actuales o incrementar la plantilla, mientras que un 64 % espera aumentar la cifra de ventas el próximo año, y el 80 % tiene entre sus planes incrementar su inversión en España.
Así se desprende la encuesta interactiva realizada a los cerca de 700 empresarios familiares que participan en el XXI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra este lunes y martes en el Palacio de Congresos de Valencia y que ha sido inaugurado por el rey Felipe VI.
Según los datos de este sondeo, efectuado durante el transcurso del Congreso, para los empresarios es prioritaria la consecución de un pacto por la educación y la formación, seguido de un pacto para la simplificación fiscal y administrativa, de un pacto de modelo territorial y de un pacto de las pensiones.
Asimismo, creen que los principales riesgos que podrían lastrar la economía española en los próximos años son, en primer lugar, el endeudamiento público y la política fiscal, seguido de la falta de reformas estructurales; los retos digitales, y el entorno económico internacional.
Los empresarios otorgan 5,48 puntos sobre 9 a la situación económica actual, una puntuación algo inferior a la del año pasado (6,22).
El 57 % opina que habrá un moderado aumento de la actividad económica con una limitada creación de empleo (frente al 82 % que lo pensaba el año pasado).
El 41 % prevé un crecimiento frágil sin creación neta de empleo (frente al 11 % de 2017), y solo un 2 % espera que el incremento de la actividad económica será rápido con una intensa generación de puestos de trabajo.
El 64 % de los encuestados prevé aumentar las ventas en 2019, frente al 28 % que dice que serán similares a las del año anterior, y un 8 % que considera que se reducirán.
Asimismo, el 67 % afirma que de cumplirse las previsiones, los beneficios obtenidos se reinvertirán en la empresa, el 13 % lo dedicará a la disminución de la deuda; el 12 % a la prospección de nuevos mercados, y el 8 % hará un reparto de beneficios entre sus socios o accionistas.
El 47 % de los empresarios espera mantener los niveles de empleo actuales (frente al 38 % de 2017), el 46 % prevé incrementar la plantilla (frente al 52 % del año pasado) y un 7 % cree que la reducirá (frente al 10 %).
Un 80 % tiene previsto aumentar su inversión en España, frente al 20 % que no prevé hacerlo.
En cuanto al porcentaje de facturación que proviene de mercados internacionales, en el 49 % de los casos representa entre el 0 y el 15 %; en el 25 % más del 40 %; en el 15 % entre el 16 y el 30 %, y en el 11 % entre 31 y 45 %, lo que refleja una polarización ente las empresas muy internacionalizadas y la que no lo están nada.
El 49 % de los encuestados en este congreso cree que la percepción social del empresario en general es negativa, frente al 43 % que la ve positiva; porcentaje que varía en el caso de la percepción del empresario familiar, donde un 68 % cree que es positiva y un 23 % la ve negativa.
La mejora de esta percepción pasa, según los encuestados, por comunicar mejor lo que representan y su aportación (39 %); educar en valores empresariales (36 %), conseguir que se reconozca la asunción de riesgos por parte del empresariado (14 %) y mejorar la formación económico financiera de la población (11 %).
La mayor parte de los empresarios familiares está muy satisfecho de serlo, opción que recibido una puntuación de 8,19 sobre 9
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